La baña de los grandes jabalíes
Tarragona

La baña de los grandes jabalíes

Un cazador catalán ha abatido en menos de un mes dos cochinos con unos colmillos de 18,5 y 17,5 centímetros en una charca ubicada en un coto social de Tarragona.


La medición en frío de las defensas del ejemplar de mayor trofeo le otorga una puntuación merecedora de una medalla de plata, mientras que el macho de 17,5 centímetros de navajas, a pesar de tener un tamaño mayor, alcanzó en la báscula un peso de más de 100 kilos, se quedó a tan solo 0,12 puntos de la puntuación mínima para ser bronce.

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Los jabalíes han sido abatidos en esperas por control de daños a la agricultura

David Pérez es el cazador que ha logrado esta hazaña en un coto social de Tarragona. Se inició en la caza cuando contaba con 10 años, como morralero de su hermano Diego. Las modalidades que practica son la caza del zorzal a puesto fijo, la caza al salto de perdices y las esperas y batidas de jabalíes.

Abatió su primer cochino hace 5 años. Sus compañeros de caza son, cuando caza en batida, su hijo Bryan y, a la espera, David Belenda. Según el cazador, su amigo se alegra aún más que él si cabe cuando él abate un cochino. Cazan los cochinos a la espera en dos bañas situadas a escasa distancia la una de la otra. Cada uno de ellos aguardan los jabalíes ubicados en puestos diferentes.

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Los cazadores sabían de la existencia de varios machos en la zona por las marcas de los colmillos en los árboles

El primer navajero lo abatió David Rodríguez a primeros de marzo. La noche de su abate el cazador se colocó en el puesto a las 18:00 horas. El cochino entró a las 20:00 horas. A pesar de la oscuridad de la noche pudo vislumbrar su silueta a 40 metros de distancia. Tras dos minutos de tensa espera el jabalí se decidió a entrar en la charca.

Lo abatió a 45 metros de distancia. Necesitó de dos tiros para derribarlo. Pesó más de 100 kilos. Fueron necesarias tres personas para levantarlo del suelo. Pese a sus 17,5 centímetros de colmillo se ha quedado a 0,12 puntos de la medalla de bronce.

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Un jabalí en el ocaso de su vida

El segundo jabalí lo abatió el cazador 25 días después de cazar el macho de más de 100 kilos de peso. En esa ocasión se colocó en el puesto a las 20:30 horas. Tres horas más tarde el macho abandonó su ocultación en el monte para dirigirse a la charca. Lo abatió de un único disparo de su rifle Remington modelo 7400 del calibre 30-06. Las navajas del macareno han medido 18,5 centímetros de longitud y 2,7 de grosor. Se trataba, según el cazador, de un animal muy viejo. El macareno alcanzó en la báscula los 90 kilos.

 


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