Caza un ‘vakamulo’ de 22 centímetros de colmillo mientras estaba recechando corzos
Crónicas de caza

Caza un ‘vakamulo’ de 22 centímetros de colmillo mientras estaba recechando corzos

El cazador sabía de la existencia de un macho enorme en el acotado de Orense donde estaba tratando de abatir un corzo. Para su sorpresa, el cochino, de 120 kilos, apareció en el prado en el que estaba realizando una espera.


El navajero fue recuperado por el cazador horas más tarde de su abate gracias a la intervención de Eddie, un sabueso de Baviera de ocho años de edad propiedad de Juancho Fernández, colaborador habitual de Club de Caza. El papel que desempeñan los perros de sangre resulta vital para encontrar las reses heridas.

En esta ocasión, el recechista gallego prefirió esperar a la mañana siguiente para buscar al jabalí, que se había refugiado en unas zarzas. Hace 16 años se creó en España la Asociación Española del Perro de Sangre. Gracias al colectivo cientos de cazadores han recibido cursos sobre la búsqueda de reses con este tipo de perros y han sabido de la importancia de su participación en la caza.

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Abate un jabalí medallable mientras esperaba la entrada de un corzo

La caza nos depara sorpresas como esta. No es la primera vez que Juancho Fernández, especialista en la caza de corzos, abate un cochino con una notable boca en la temporada de la caza del corzo. A finales de la pasada semana, el gallego estaba recechando corzos en un coto de Orense.

Caza un impresionante jabalí medalla de oro mientras estaba recechando corzos

Al caer la tarde decidió realizar una breve espera en un prado. Sabía de la existencia de un corzo con un importante trofeo en la zona. Cuando estaba a punto de anochecer vio como un cochino de más de 100 kilos abandonaba el monte para alimentarse en el pasto. Tras comprobar que se trataba de un macho apretó el gatillo de su rifle Sako Carbon Wolf del calibre 7 mm RM.

La bala impactó en un punto vital del navajero, pero logró llegar hasta unas zarzas. Con buen criterio, el cazador decidió posponer su recuperación a la mañana siguiente. Nada más poner a Eddie en el lugar del lance, siguió el rastro del cochino. Lo halló sin vida en un claro del bosque próximo a los espinos.

 


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