Un jabalí atrapado en los restos de una vaca
Un ganadero encuentra un cochino aprisionado por la cabeza en lo que queda del cuerpo de una vaca sin vida. La piel de la res impide al suido escapar, convirtiéndose en una trampa mortal.
Estas sorprendentes imágenes han sido publicadas en la cuenta de Instagram brasileña Agrobrutta. Actualmente con más de 2 millones de seguidores. En la red social de la explotación ganadera Agro Brutta, cooperativa agrícola en Alta Floresta, municipio del brasileño del estado de Mato Grosso, podemos encontrar entre otras publicaciones imágenes de la plaga de jabalíes que asola los cultivos en algunas zonas de Brasil.
Jabalíes carroñero: devoran el cadáver de cualquier animal que encuentren
No es ningún secreto que a los cochinos les encanta la carne. Los suidos silvestres tienen una dieta de lo más variada. Se alimentan de frutas, semillas, hierbas, insectos, huevos de aves, mamíferos de pequeño tamaño, pájaros, reptiles, batracios y carroña. Hemos visto imágenes de jabalíes devorando liebres, cadáveres de perros, así como ciervos que encuentran muertos e incluso animales de su propia especie.
El olfato de los jabalíes es mil veces más sensible que el del ser humano
En esta ocasión, la capacidad olfativa de este jabalí le ha llevado a encontrar los restos de una vaca muerta. En su intento de alimentarse de lo que queda de la res queda atrapado en su interior. Al ser encontrado por el humano intenta atacarle. El estar aprisionado por la dura piel del bóvido le impide cumplir su objetivo. La llegada del ganadero evita al animal una agónica muerte.
El olfato es uno de los sentidos más desarrollados en el jabalí. Su enorme trufa y su larga jeta les dota de uno de los sistemas olfativos más efectivos del mundo animal. Un cochino no solo es capaz de detectar el olor de un hombre a cientos de metros, también el rastro que deja a su paso o en un cebadero tras varias horas después de haberse producido la presencia del esperista.
CdC
