Necesitan el uso de la pala de carga de un tractor para sacar del monte un enorme jabalí cazado por control de daños a la agricultura
Crónicas de caza

Necesitan el uso de la pala de carga de un tractor para sacar del monte un enorme jabalí cazado por control de daños a la agricultura

Para trasladar el cuerpo de este jabalí de 112 kilos de peso, que fue abatido la tarde del pasado jueves, el cazador que lo cazó tuvo que pedir ayuda al agricultor al que los cochinos estaban destrozando la cosecha.


El mes de septiembre del pasado año el montero vivió una situación similar en el mismo puesto. Abatió otro impresionante animal de más de 100 kilos. Dada la orografía del terreno también tuvo que hacer uso de un vehículo industrial para poder trasladar al macho al lugar en el que se encontraban aparcados los vehículos de los participantes en la batida.

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El cazador junto al inmenso cuerpo del animal abatido. A la derecha, el jabalí en el momento de ser pesado.

En ayuda de agricultores y ganaderos

El pasado jueves por la tarde, uno de nuestros colaboradores habituales participó en una cacería organizada por una cuadrilla de cazadores del término barcelonés de Santa María de Palautordera para expulsar a los jabalíes que visitaban a diario una siembra de sorgo, cereal del género de poáceas, oriundas, que se cultiva para consumo humano y animal, y para la elaboración de bebidas alcohólicas y escobas.

La granja donde se celebró la cacería está ubicada en la misma localidad en la que tiene la sede el grupo de cazadores. Entre los animales abatidos, destaca el enorme macho cazado por Óscar Rivera.

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La mejor opción fue acudir a una pala de carga para sacar al jabalí del monte.

El jabalí plantó cara a los perros antes de abatido

Los perros de la cuadrilla barcelonesa se tuvieron que emplear a fondo para desalojar al aguerrido macho del cultivo. Tras más de 10 minutos, la valentía de los canes obligó al macareno a abandonar la protección del sorgo. Allí lo esperaba Óscar para abatirlo. Necesitó de tres disparos de su rifle Benelli Argo del calibre .270 Winchester Magnum para detenerlo a pesar de que los tres proyectiles impactaron en el cuerpo del animal.

El primero, pese a ser encajado a bocajarro por el solitario, no detuvo su veloz carrera. El segundo impacto si logró hacerlo caer, pero volvió a reincorporarse. Tuvo que ser rematado de una tercera detonación cuando trataba de meterse en un arroyo de zarzas.

 


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