Caza de conejos en zarza en la Alpujarra granadina
Una jornada de caza del conejo con podencos andaluces con imágenes emocionantes y el relato de una cazadora experta.
Acompañamos a la cazadora andaluza Ángela Bermúdez y a sus podencos en una jornada de caza. Los protagonistas no son otros que los perros del afijo podencos Francisco Robles, una línea de canes con gran capacidad de trabajo en un entorno tan hostil como son las zarzas.
Ángela junto a algunos de sus podencos andaluces.
El día de caza se ha desarrollado en el paraíso de la caza menor que han creado Antonio y Alicia, propietarios de la granja de perdices El Carbonero, en la localidad Órgiva, municipio situado en la parte suroccidental de la comarca de la Alpujarra Granadina. En los terrenos gestionados por los empresarios cinegéticos se encuentra una granja cinegética con perdices rojas genéticamente puras, según han demostrado los análisis efectuados por la Junta de Andalucía en la explotación granadina.
Podencos andaluces, los todo terreno de la caza
El pasado domingo comenzó la temporada de la caza del conejo en Andalucía. Ángela Bermúdez y su pareja, el malagueño Francisco Robles, eligieron un coto situado en Granada para iniciar el año cinegético. Los perros seleccionados por los cazadores para esta fecha fueron Canaria, Diela, Bala, Greta, Tamera y Faraón.
Todos ellos pertenecen al afijo podencos Francisco Robles. Según los podenqueros, perros dotados de un portentoso olfato, una gran capacidad de trabajo y una resistencia que les permite cazar en cualquier entorno bajo las condiciones más adversas. Ángela y Francisco anteponen sus cualidades a la pureza de la raza a la hora de seleccionar sus perros de caza.
Los podencos andaluces obligan a los conejos a abandonar la protección de las zarzas
A pesar de las altas temperaturas y la extrema sequedad del terreno los podencos de los cazadores andaluces fueron desalojando uno tras otros los conejos que encontraron en un arroyo de zarzas. La pericia de Ángela y Francisco en el momento de realizar los disparos hicieron el resto. Tanto ella como su pareja en todo momento antepusieron la seguridad de sus perros al abate de la pieza en el instante de efectuar los disparos. Dadas las elevadas cifras que marcaban el domingo los termómetros en Granada los cazadores limitaron la jornada a las primeras horas de la mañana. Tiempo suficiente para realizar el cupo de piezas establecido por los cazadores.
Javier Fernández
