La perdiz roja, ahora en nuestros campos
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La perdiz roja, ahora en nuestros campos

Te mostramos unas imágenes que llenarán de esperanza a los aficionados a la caza de patirrojas. Bandos de perdices autóctonas con más de 20 ejemplares a pesar de las condiciones adversas de esta temporada.


El clima no da tregua a la fauna silvestre. En los próximos días vamos a pasar de un sofocante verano a un tiempo otoñal. Una Depresión Aislada en Niveles Altos situada en el Atlántico amenaza la Península Ibérica. La AEMET, ya ha activado el aviso naranja y amarillo por lluvias en algunos puntos del norte y noreste peninsular.

Las perdices rojas sobreviven gracias a la ayuda de los cazadores

En mayo, los primeros perdigones salieron del cascarón. Desde el día de su nacimiento se han tenido que enfrentar a los depredadores y a las inclemencias meteorológicas. Las precipitaciones caídas en mayo y las altas temperaturas han diezmando la cría de la perdiz. Algunas aves, tras haber perdido el nido, no han abandonado y han sacado una segunda puesta.

Un bando de perdices rojas abandona el lugar, junto a la ribera de un caudal de agua, en el que ha permanecido durante las horas más calurosas del día. La nidada está compuesta por 20 pollos del año y una hembra adulta. Las imágenes grabadas por uno de los redactores de Club de Caza en un acotado del municipio gaditano de Benalup, muestran como el bando se alimenta en un rastrojo de cereal y se da un baño de tierra para eliminar los molestos parásitos.

Este año más que nunca el colectivo cinegético se ha volcado para acudir en auxilio de la fauna silvestre. Se han colocado miles de bebederos y repartido toneladas de grano en los acotados españoles. A pesar de los esfuerzos del sector, a día de hoy muchos cotos barajan la posibilidad de autovedarse esta temporada la caza de la perdiz roja.

Uno de nuestros colaboradores habituales en la provincia de Cádiz nos envía esta grabación realizada en un coto de Chiclana de la Frontera. Este, como tantos otros acotados de la Península, ha visto este año seriamente mermada la cría de la perdiz como consecuencia del calor extremo y de las tormentas caídas en mayo. Gracias al trabajo de este cazador, se ven, pese a las adversas condiciones climatológicas de esta temporada, algunos bandos con un gran número de pollos.

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