La caza del macho montés con arco en la Sierra de Gredos
Un arquero ha logrado cumplir su sueño de abatir un macho montés en una de las zonas de caza más emblemáticas de la Península Ibérica. Vive en primera persona el apasionante rececho en el que el cazador logra situarse a 40 metros del majestuoso ejemplar de 12 años de edad.
El animal cazado es un espectacular macho montés de la subespecie victoriae. Las cabras con esta morfología las podemos encontrar en las montañas del centro peninsular, en Sierra de Gredos, Las Batuecas, norte de León y Orense.
Más de seis meses preparándose físicamente para abatir al macho montés
La caza a alturas superiores a los 1.700 metros de altitud en pleno invierno requiere de una buena condición física. Un arquero norteamericano hace años soñaba con hacerse con una cabra montés ibérica en la Sierra de Gredos, conjunto montañoso perteneciente al sistema Central, situado entre las provincias españolas de Salamanca, Cáceres, Ávila, Madrid y Toledo. Ashley ha cumplido su deseo gracias a la orgánica Top Spanish Hunting,
La empresa cinegética propiedad de Alfonso Prieto está especializada en la caza de ciervos a rececho, y de cabras monteses. Las filmaciones de los lances del guía puedes encontrarlas en su cuenta de Instagram, su perfil personal de Facebook o en el canal de YouTube del orgánico.
La cabra montés ibérica es una especie endémica de la Península Ibérica
El rececho realizado a más de 1.700 metros de altitud comenzó a las 9:00 horas y concluyó a las 16:00 horas con la llegada al vehículo. A lo largo de la mañana guías y cazador vieron numerosos rebaños de machos. Hasta las 12:00 horas no lograron encontrar un animal con las características que buscaban. El arquero necesitó más de una hora de duro rececho para aproximarse al macho. La pericia y la habilidad de cazador y guías les permitieron ubicarse a 40 metros de la cabra.
Momento del lance ante el gran macho.
El macho no se percató de la presencia de los cazadores hasta el instante en el que recibió el impacto de la flecha. Pese a estar colocada en un sitio vital, el arquero necesitó una segunda saeta para derribar al formidable ejemplar.
El abate de manera selectiva de ungulados es un elemento indispensable para mantener el equilibrio entre las poblaciones de y evitar la aparición y la propagación de enfermedades.
