Nada ni nadie puede parar a Antonio cuando llega la temporada de caza
Este cazador es un ejemplo de superación. Ha logrado vencer todos los obstáculos que ha puesto la vida en su camino para continuar disfrutando de la mayor de sus pasiones, la caza.
El protagonista de nuestra historia es el albaceteño del municipio de Valdeganga, Antonio Gómez Landete, de 58 años de edad. Presume de ser un gran aficionado a la caza de la perdiz con reclamo y la caza de la paloma torcaz a puesto fijo.
Sus primeros pasos en el mundo de la caza los dio junto a su tío, Antonio Landete, con el que compartía apasionantes jornadas de caza en la modalidad de caza al salto.
Un accidente cambió su vida
Pero un accidente de tráfico que sufrió junto a unos amigos hace ya 40 años cambió de forma radical su vida. El resto de los ocupantes del vehículo resultaron ilesos, mientras que Antonio sufrió una lesión medular de carácter irreversible que le hizo tener que estar hospitalizado durante 11 meses en un centro especializado de Toledo.
Esto no frenó en absoluto a Antonio, que se casó años más tarde, dando como fruto de esta relación un hijo.
La pasión todo lo puede
Su pasión inquebrantable por la caza le hizo buscar soluciones para seguir practicando la actividad, ya que, por desgracia, la lesión medular le dejó postrado en una silla de ruedas.
Comenzó a practicar la caza de perdiz con reclamo y la caza de palomas a puesto fijo. Al no poder girarse para disparar, sobre todo a las palomas que le entraban en el puesto por los laterales, ideó un sistema para poder mover la silla de ruedas en la postura, colocando una superficie metálica en el suelo. Una muestra de que la pasión puede con todo.
En la caza de perdices con reclamo utiliza el mismo sistema. Es la actividad que desata en mayor medida su amor por la caza, sobre todo cuando caza con un macho de perdiz que para él es muy especial por los grandes momentos que han compartido juntos. Pícaro es un pájaro de nueve celos muy valiente, con gran nobleza y de un amplio repertorio de cantos al que ha logrado abatir ya más de 50 perdices en el puesto a lo largo de su longeva vida.
Quien tiene un amigo tiene un tesoro
Antonio quiere agradecer públicamente la labor que realizan su amigo, José Antonio Alcalá, a la hora de la caza de perdiz con reclamo, y José Martín Calero cuando caza las torcaces a puestos fijo, ya que sin ellos no sería posible que pudiera ir al campo.
Le ayudan a la hora de ubicar el puesto y el perdigón y a la hora del cobro de las piezas abatidas, además de llevarlo siempre con su vehículo hasta el lugar de caza.
