Los ejemplares reintroducidos en Senegal provenían, entre otras instituciones, de los zoos de Madrid y de Barcelona y del Parque del Desierto de Tabernas
El objetivo de la reintroducción es evitar la total extinción de esta especie, de la que quedan pequeñas poblaciones en Marruecos y Mauritania, ha explicado a EFE Teresa Abáigar, directora del proyecto dirigido por investigadores de la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería.
Una las crías que nacieron entre octubre y noviembre en la Reserva Especial de Fauna de Guembeul, donde los científicos del CSIC reintrodujeron la especie, no llegó a cumplir los dos meses de edad.
Sí sobrevivieron tres machos y cinco hembras, una proporción de sexos favorable para una población en crecimiento, resultado del apareamiento del 70 por ciento de los ejemplares introducidos.
Los ejemplares reintroducidos en Senegal provenían, entre otras instituciones, de los zoos de Madrid y de Barcelona y del Parque del Desierto de Tabernas, y son descendientes de gacelas que fueron llevadas a Almería desde el Sáhara Occidental a principios de los 70, cuando la región era aún colonia española, ha explicado la científica.
«Los nacimientos son un reflejo del buen grado de adaptación de las gacelas», se ha felicitado Abáigar, quien espera que a finales de 2008 la población alcance los 30 o los 35 ejemplares.
El equipo del CSIC planea ya, en colaboración con las autoridades locales, el traslado de una parte importante de las gacelas desde la Reserva de Guembeul hasta la de Ferlo Norte entre diciembre de 2008 y marzo de 2009, si se cumplen las previsiones de crecimiento de la población.
La dorca es una gacela pequeña —pesa entre 15 y 17 kilos— con una línea entre marrón y sepia en los flancos y de color blanco en la parte inferior; tanto machos como hembras tienen cuernos, aunque los de los primeros son más grandes y tienen forma de lira.
La especie se encuentra legalmente protegida en todos los lugares donde habita, pero tanto en Marruecos como en Mauritania se sigue dando la caza furtiva, ha explicado Abáigar, quien ha añadido que en la reserva de Guembeul, los ejemplares se encuentran a salvo.
Su reintroducción, ha apuntado la científica, servirá además para favorecer la creación de zonas protegidas.
Otra de las tres especies de gacelas que ahora existen en Senegal fue también reintroducida en 1984 por un equipo del CSIC, después de que desapareciera en la década de los 70.
