El duro trabajo de los arrieros y sus animales de carga
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El duro trabajo de los arrieros y sus animales de carga

En la montería española, el papel que desempeñan los arrieros, sobre todo en terrenos de difícil acceso, resulta fundamental. Uno de estos profesionales es capaz de trasladar hasta cinco reses abatidas y al mismo tiempo hasta el lugar en el que se encuentran los vehículos.


Según la Real Academia Española de la lengua, el término arriero define a la "persona que trajina con bestias de carga". Esta denominación es de origen onomatopéyico, derivada de arre, expresión utilizada para provocar el movimiento de caballos, burros y mulos.

Un oficio con siglos de historia

Esta labor existe desde que comenzó a practicarse el comercio entre las antiguas civilizaciones. En España, durante la Edad Contemporánea, se definió a las personas que desempeñaban este trabajo con los nombres de mercaderes, muleros, trajinantes o carromateros. Estos trabajadores se dedicaban a trasladar las mercancías que se les encomendada por caminos o campo a través si era necesario.

En la actualidad, aún sigue existiendo este oficio. Los arrieros no se limitan únicamente a trasladar las reses cazadas, como comprobamos en estas imágenes. El hombre montado a caballo porta tres cochinos abatidos, uno de ellos a lomos del equino y dos colgados a ambos lados del animal. A estos tres jabalíes hay que añadir dos reses más que arrastra con una cuerda. En España los arrieros también se dedican a la saca de corchas, curruca y leña.

 

Los animales de trabajo quedan excluidos de Ley de Bienestar Animal

No solo los perros de caza no están sujetos a ley animalista. Los animales considerados como de carga y tiro, como caballos, mulas, burros, camellos, perros, bueyes o vacas, y los habitualmente usados en ámbitos agrarios, turísticos o de transporte, quedan libres de la nueva legislación. En esta categoría también se encuentran los perros guía, los utilizados por la policía o vigilantes de seguridad y los animales de recreación de espectáculos que no sean salvajes.

 


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