Bisontes en una finca de caza de Ciudad Real
Castilla-La Mancha

Bisontes en una finca de caza de Ciudad Real

Son 18 ejemplares de bisonte europeo los que han sido reintroducidos en una finca cinegética de los Montes de Toledo.


Una especie que cuenta con 9.500 ejemplares viviendo en el continente europeo, de los cuales 1.800 lo hacen en cautiverio, otros 500 en condiciones de semi libertad y 7.300 corren completamente libres. De los segundos, 18 bisontes han pasado a ocupar una finca de Villarrubia de los Ojos, en Ciudad Real. Doce ya estaban allí desde mayo de 2023, tras viajar desde un centro de cría de Segovia. Pero hace pocos meses se sumaron otros siete ejemplares traídos desde Polonia. Un total de 19 a los que hay que restar uno que murió recientemente.

Los responsables de esta introducción trabajan en el Centro Europeo para la Conservación del Bisonte (EBCC), cuyo responsable, Fernando Morán, ha asegurado que se trata de un plan encuadrado en la estrategia centrada en salvar la especie de la extinción. Dentro del EBCC se encuentran criadores de bisonte europeo de países como Polonia, Alemania, Rusia, Suecia, España, Rumanía, Bélgica, República Checa y Bielorrusia.

En nuestro país, actualmente se encuentran 171 bisontes europeos, una cifra escasa considerando el total europeo, pero muy superior a los 24 que llegaron por primera vez a nuestro país en 2009.

¿Por qué en una finca de caza?

Ha sido el propio Morán el que ha detallado las razones que han llevado a elegir una finca dedicada al recre y la caza como hábitat ideal para los bisontes. “Seleccionar la finca de Ciudad Real responde al interés de una propiedad privada que gestiona una finca de recreo y caza que, por un lado, quiere ayudar a conservar la especie, y por otro, tiene interés en que los bisontes les ayuden a evitar la degradación que sufre este espacio por las altas densidades de ciervos que mantiene”. Los bisontes tienen una enorme capacidad de desbroce y abono, definidas por el investigador como: “Este animal es una máquina de desbrozar y en aquellas zonas en las que come y rompe, permite que crezca hierba que es beneficiosa para el resto de los animales. A ello se suma que, además, abona de manera natural el suelo, lo que contribuye a la fertilización de la tierra”.

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