Un cazador cántabro sorprende a un lobo ibérico durmiendo entre helechos
El traillero sabía que el depredador se encontraba ahí porque lo había visto horas antes desde una zona elevada. Esperó que su hijo saliera del colegio para mostrarle al cánido salvaje. La pericia del cazador le permitió situarse a menos de 10 metros antes de que el lobo se percatara de la presencia de los humanos.
Estas imágenes han sido grabadas en Ucieda, localidad del municipio de Ruente, en el lote Ucieda Sur.
En las calles de este mismo núcleo urbano la pasada semana apareció un ungulado destripado por los lobos. Los cánidos habían cazado y devorado al cérvido a las puertas de una vivienda.
A finales de diciembre, otro cazador del municipio cántabro sorprendió a dos lobos devorando una oveja a 70 metros del centro de Ucieda. El ataque, que se produjo a 70 metros de la iglesia, fue certificado por los agentes de medio ambiente de Cantabria.
Datos oficiales confirman la existencia de 27 manadas en la comunidad. Según el gobierno de Cantabria, en los once primeros meses del año la Consejería ha enviado a la aseguradora un total de 1.945 expedientes por daños de lobo, de los cuales se han abonado 1.164, mientras que 781 están pendientes de pago.
El cazador quería que su hijo tuviese la oportunidad de ver un lobo de cerca
Alan Álvarez, hijo de nuestro colaborador habitual Rubén, no podía contener la emoción por haber tenido la fortuna de contemplar a un lobo a tan corta distancia. Su padre, uno de los trailleros de la cuadrilla 115 de la Reserva Regional de Caza de Saja, nos cuenta la experiencia:
-"Había visto al lobo por la mañana desde lo alto de la montaña. Como comprobé que estaba dormido, llevé a mi hijo para que lo pudiera contemplar de cerca. Le hice una entrada por detrás de donde estaba encamado. Tener el aire a favor me permitió acercarme mucho a él. Menudo susto se llevó cuando nos vio. Me alegro mucho de que a mi hijo le haya encantado la experiencia".
Foto: Arturo de Frías Marqués
Javier Fernández
