Acompañamos a un guarda rural en sus diversos trabajos diarios

De la mano de Alfonso del Sol, guarda rural de la provincia de Tarragona, somos testigos de la gran cantidad de tareas que llevan a cabo estos profesionales a diario. Cada fotografía tiene una historia detrás de esfuerzo, dedicación y, en muchas ocasiones, arriesgadas intervenciones contra quienes, de una manera u otra, atentan contra la normativa que vela por nuestros campos y montes.

Bebedero listo para surtir de agua a la fauna local.

Alfonso nos cuenta que realiza todas estas tareas y otras muchas que se presentan en sus jornadas “con auténtica pasión por mi trabajo en el campo. Gestión, vigilancia de diversas fincas o cotos de caza donde resulta imprescindible de la figura de los guardas rurales para nuestros campos, donde realizamos tareas diversas como el control de robos agrícolas, como de aceitunas, algarrobas, fruta, frutos secos… así como un control y vigilancia de casas de campo, fincas y caminos. Sin olvidar la señalización de pozos abiertos y peligrosos, o la localización de basuras y residuos tirados en el campo.

Localización de residuos ilegales.

Un amplio trabajo durante los 365 días del año, sin horario fijo y en cualquier condición climática, ya sea día o noche. Una gran labor que se hace desde una auténtica pasión por el campo y el cuidado de nuestra naturaleza”.

Localización y señalización de pozos peligrosos.

Y durante nuestro tiempo junto a Alfonso, subraya algo que en su profesión adquiere una importancia vital: “Pedimos que las administraciones, ayuntamientos y sociedades de cazadores tomen una mayor conciencia de la labor de los guardas rurales y otorguen mucha más relevancia y posibilidades de trabajo al colectivo”.

Acampadas ilegales, control de métodos ilegales de captura de animales y furtivismo.

Mantenimiento de comederos y bebederos de fauna, residuos ilegales.

Robos de aceitunas, frutos secos…