Dos perdices arrancan en vuelo delante de un cazador, pero este no mueve un músculo: te contamos cómo queda patente el respeto en la caza
En vídeo

Dos perdices arrancan en vuelo delante de un cazador, pero este no mueve un músculo: te contamos cómo queda patente el respeto en la caza

Un cazador demuestra que la caza es selectiva y respetuosa a través de un vídeo en el que deja que dos perdices se alejen tras arrancar en vuelo justo delante de él. ‘Se respeta y no se tira’, escribe sobre estas preciosas imágenes.


El cazador se acerca a la montonera de ramas dentro de un olivar. Allí le espera una perdiz, soltada para reforzar el coto, como él mismo aclara. La proximidad es extrema, pero el ave le permite grabar desde muy cerca antes de alejarse apeonando. Pero no es la única que allí había. Una segunda patirroja arranca en vuelo.

Muchos han criticado a su perro sin atender a las circunstancias

A pesar de haber realizado una innecesaria defensa a su podenco, este cazador ha dado una lección a todos los que han enarbolado uno de los males más dañinos dentro del sector cinegético: la crítica irrespetuosa. Entre otras lindezas, el cazador ha tenido que soportar estos comentarios de ‘compañeros’ de afición:

  • Muy bien hecho, ahora, el perro ni el queso fresco...
  • El perro un crack, eh.
  • El perro no huele un chorizo atado al rabo.

Véndelo, llegan a decirle en uno de los comentarios, a lo que el cazador responde: “morirá conmigo”. Esta contestación emociona al verdadero cazador, al que disfruta del trabajo de su compañero canino, lo haga bien o falle. Más aún después de leer la defensa a la que hacíamos alusión:

-“No es muy bueno (el perro) y a esa hora ya estaba muy cansado, pero yo disfruto como si fuera el mejor perro del mundo”.

@marcosjuancarlos

 

♬ sonido original - apo.bo1

 

Calor y sequía: un perro agotado

Todo esto porque, tras unas horas intentando dar caza a conejos, su cansado podenco pasa cerca de una montonera de ramas y troncos. Como Marcos señala en uno de los comentarios, durante la jornada, ambos sufrieron el calor reinante en la Península, añadiendo que el podenco “estaba desesperado buscando los goteros de agua de las olivas. Por la sequía de este año los saco a cazar solo un par de horas”.

Todo esto no empaña el mensaje que nos hace llegar el vídeo: la caza es una actividad selectiva y respetuosa con las especies.

Comparte este artículo

Publicidad