La Federación Catalana de Caza alerta sobre el peligro de no respetar la señalización en las batidas de caza

En febrero de 2022 un ciclista resultó herido en Barcelona al ignorar la señalización e irrumpir en una batida de jabalí. A raíz del incidente, la Federación Catalana de Caza lanzó una campaña para sensibilizar, a las personas que frecuentan el medio rural, de las consecuencias que podría tener no respetar la señalización en cacerías.

Hoy han vuelto a publicar un vídeo, con el mismo fin, que no puede ser más claro.

“En el medio natural, la seguridad es cosa de todos”

En la grabación se muestra tres escenarios en los que un ciclista encuentra señales que alertan de que se está celebrando una batida.

En el primero de ellos, la persona hace caso omiso al aviso y pasa por debajo de las cintas de precaución para adentrarse en la cacería. Una cazadora lanza el mensaje: “haciendo esto te estás poniendo en peligro y puede comportar sanciones”.

En el segundo escenario el ciclista aparta el letrero de advertencia, rompe las cintas de precaución y continúa su camino. Ante esta otra muestra de irresponsabilidad la cazadora recuerda: “haciendo esto te pones en peligro tú y al resto de usuarios del medio”.

La última escena simula la situación que debería darse siempre. El ciclista ve la señal de alerta y habla con una de las participantes de la batida para avisar de que tiene que pasar. La cazadora lo comunica por la emisora al resto de compañeros y de esa manera, con todo el mundo informado, las posibilidades de accidente se reducen drásticamente.

El corto termina con un mensaje claro, conciso y lleno de sentido: “En el medio natural, la seguridad es cosa de todos”. En el medio natural, con respeto mutuo, todas las actividades que se realizan pueden ser compatibles

El respeto, un valor en peligro de extinción

Desde las distintas federaciones y el propio colectivo se está realizando un gran trabajo de comunicación y advertencia sobre la celebración de batidas para evitar incidentes.

Es importante recordar que las acciones de caza que cuentan con la autorización pertinente se realizan, en su mayoría, en terrenos de propiedad privada, siendo los cazadores los únicos con un permiso específico para la realización de actividades en ese espacio natural.

Pese a esto, hay personas que no respetan la actividad cinegética ni a quienes la practican, que se saltan las normas a su antojo y muestran cero respeto por los demás. Cuando, por desgracia ocurre algún incidente, son los primeros en demonizar a los cazadores aunque haya sido la otra parte la que se ha saltado las normas.