¿Te imaginas abrir la puerta de tu casa y encontrarte con tres osos?
El problema que las áreas rurales del norte de España tienen con el lobo ibérico es el mismo que la población rural rumana tiene con el oso pardo: cada vez hay más y están más cerca.
La presencia de osos es una constante en Rumanía. Este país aglutina un gran porcentaje de la población de osos pardos de Europa.
Los úrsidos, un atractivo turístico que convoca a visitantes de todo el mundo, pueden avistarse desde la propia carretera sin necesidad de bajarse del coche. Estos animales están cada vez más acostumbrados a la presencia de las personas y se dejan fotografiar y grabar de cerca. No obstante, en ningún caso se debe olvidar que son animales salvajes impredecibles y peligrosos: una temeridad puede costarte la vida. Mantener las distancias de seguridad, actuar con conciencia y tener precaución es clave para que un viaje no acabe en tragedia.
La otra cara de este reclamo turístico
El atractivo que supone para los turistas el avistamiento de osos, no lo es tanto para quienes residen allí. La población local convive con estos animales y saben lo peligrosos que pueden llegar a ser. “Tenemos miedo a salir de casa”- esas fueron palabras textuales de un vecino, y no es para menos. Los osos cada vez se acercan más a las casas e incluso tratan de entrar en ellas.
Esta escena fue grabada en Dârste, en el distrito de Brasov. Una osa de gran tamaño y dos oseznos buscan comida en un contenedor a las puertas de una vivienda.
Recientemente medios locales publicaron otro vídeo en el que aparece un oso solitario paseando por medio de un pueblo. Te lo dejamos a continuación.
Bea Rosete
