Un cachorro de kangal turco se niega a soltar el jabalí que la manada acaba de capturar
El perro, con escasos meses de vida, impide a su propietario llevarse el cochino que han atrapado los canes que protegen el rebaño. No duda en gruñir y enseñar los dientes al pastor para evitar que lo aleje del cuerpo del jabalí.
Según revistas especializadas en perros pastores, "el kangal es más un perro de protección que de pastoreo del rebaño, algo que se refleja en su carácter. Es muy territorial y siempre está dispuesto a defender su territorio". De ahí que el cachorro considere al jabalí suyo, aunque no haya sido capturado por él. En cambio, los perros adultos adiestrados por el ganadero se mantienen ajenos a la actitud hostil del joven kangal.
Kangales turcos se enfrentan a jabalíes para defender los rebaños
Son habituales las imágenes de perros pastores persiguiendo o pugnando con cochinos de gran tamaño en Anatolia. En esta ocasión el jabalí ha perdido la vida en su intento de arrebatar un cordero. Las poderosas mandíbulas con mordida en tijera con una fuerza de 743 PSI, su portentosa musculatura y su gran tamaño, la altura de cruz de los machos puede alcanzar los 78 centímetros y un peso de 60 kilos, son armas letales a la hora de rivalizar con jabalíes que en ocasiones superan los 150 kilos de peso.
Javier Fernández
