Dos bomberos forestales salvan la vida a una cierva en Sevilla
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Dos bomberos forestales salvan la vida a una cierva en Sevilla

La pata de una cierva había quedado enganchada en una alambrada. El animal se encontraba agonizando cuando dos bomberos forestales la devolvieron a la vida.


Los cérvidos son animales propensos a quedar enganchados, ya sea por sus cuernas o por las patas, como en el caso que os traemos a continuación. Los ciervos y los corzos son muy hábiles, pese a ello, a veces, su naturaleza huidiza les juega malas pasadas. Al saltar vallados o al salir huyendo de lo que consideran una amenaza muchos de ellos tropiezan con las alambradas y quedan atrapados.

El papel del ser humano

Los animales que son avistados por personas suelen tener suerte al ser liberados. Cazadores, guardas y bomberos forestales suelen ser los que, al pasar más tiempo en el monte, se encuentran estas escenas. El exhaustivo conocimiento que tienen del medio y la fauna, a menudo facilitan los rescates y son generalmente los ángeles de la guarda de las especies salvajes.

Bomberos forestales salvan la vida a una cierva

En el caso concreto que os presentamos a continuación, dos bomberos forestales sevillanos logran desenganchar la pata de una cierva de una alambrada. En el vídeo, que ha sido publicado en Twitter, se ve cómo la venada no tiene, tan siquiera, intención de oponerse pese a que se trata de una especie de lo más asustadiza. Es de suponer, por tanto, que lleva bastante tiempo luchando infructuosamente por liberarse y el calor que hace, a juzgar por las imágenes, la zona y la temporada en la que estamos, la tiene prácticamente deshidratada. Podríamos decir, que al borde de la muerte.

 

Los héroes de esta historia son Marcos y Mendoza, dos miembros del del Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía.

Cazadores al rescate

Hace algunos años, una corza era rescata de morir ahogada en un canal de riego. Su salvador, un joven cazador, presidente de la sociedad conquense de El Picazo. El chico no dudó en brindar su ayuda al animal y en llevárselo a casa para curarle una pata que tenía rota.

Otro caso parecido fue el que protagonizó Gustavo Porras, un cazador que puso en juego su integridad física para rescatar a un joven ciervo que no lograba salir del lodazal donde se había metido. El rescate tuvo lugar en un municipio de Cáceres, durante cuatro horas y a unas temperaturas extremas.

Más reciente es el caso de un ejemplar de corzo que durante el presente año, se precipitó a un canal y tuvo que ser rescatado por dos cazadores.

Los canales de riego son una trampa mortal para multitud de especies salvajes como jabalíes, corzos y ciervos, entre otros. Por desgracia son muchos los que año tras año se precipitan a ellos. Por suerte, algunos tienen la suerte de ser encontrados por algún cazador, uno de los principales rescatadores de la fauna. Esta es una parte de la caza desconocida por muchos.

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