Cientos de cerdos vietnamitas asolan una plantación de pomelos en Murcia

Cientos de cerdos vietnamitas asolan una plantación de pomelos en Murcia

Un arquero murciano ha acudido en auxilio de los agricultores afectados. Entre el medio centenar de ejemplares que ha abatido hasta la fecha de manera selectiva se encuentra este enorme macho con 12 centímetros de colmillo.


En la última década, esta especie se ha expandido por Valencia, Madrid, Cataluña, Castilla y León, Aragón y Navarra como consecuencia de la liberación descontrolada de ejemplares por parte de personas que los tenían como mascotas.

La especie ha sido declarada como invasora por el Gobierno español. Su cruce con los jabalíes está poniendo en serio peligro la pureza genética de la especie. A los animales que nacen de estas copulas se les denomina cerdolís. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, "el cruce entre el jabalí y el cerdo vietnamita podría reducir el patrimonio genético de la población española de jabalí al mezclarse los genes de ambas especies".

Su proliferación está generando un gran impacto tanto a la fauna como a la flora.

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El cazador junto al horrendo híbrido de jabalí y cerdo vietnamita. A la derecha, vista superior del cráneo con el trofeo del animal.

Caza con arco por control de daños a la agricultura

Mariano Blaya es un arquero y taxidermista murciano que hace tres años cambió el rifle por el arco. El cazador se ha encomendado la tarea de controlar la población, según el agricultor que los sufre, de más de 300 cochinos vietnamitas que están arrasando las plantaciones de pomelos de un municipio murciano. Los cerdos, además de comerse los frutos, también están destrozando los sistemas de riego.

Mariano, acompañado de su padre, hace escasos días visitó los frutales para comprobar los daños que habían ocasionado los cerdos en los últimos días. Para su sorpresa, localizó a las 16:00 horas tres cochinos a la sombra de los pomelos. Aprovechó la ocasión para abatir uno de ellos.

Abatió el enorme macho al rececho

Sacó su arco de poleas de la marca PSE de 55 libras del vehículo. Necesitó más de 25 minutos para aproximarse a los cochinos. En el acercamiento, se ocultó tras los troncos de los árboles para no ser visto por los cerdos. Finalmente logró colocarse a 40 metros de los suidos.

Esperó que se levantaran para soltar la flecha de punta fija. La saeta impactó en la zona costal del ejemplar elegido. A pesar de clavarse en un punto vital, el macho huyó del lugar al notar el impacto. Dado el tamaño del animal, decidió esperar al día siguiente para recuperar la pieza. La encontró Jorge, el hijo de 9 años del cazador, a 50 metros del lugar del lance.

 


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