Graban a dos lobos devorando a un potrillo que acaban de matar mientras los buitres esperan para unirse al festín
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Graban a dos lobos devorando a un potrillo que acaban de matar mientras los buitres esperan para unirse al festín

Este vídeo es una prueba más de los terribles efectos del lobo en los animales del campo.


Cuando se ven grupos de buitres dando vueltas en torno a algo, debemos sospechar que, probablemente, el lobo lo ha vuelto a hacer. Y así lo vemos en estas imágenes que nuestro colaborador, Isidro Borrego, compartió en su cuenta de Instagram. Él mismo nos cuenta que, aunque desconoce la autoría, se sabe que la escena fue grabada en el pueblo cántabro de San Miguel de Aguayo. Un vídeo más de los lobos atacando a animales domésticos. Pero no podemos naturalizar situaciones tan dramáticas por el hecho de que cada vez sean más frecuentes en las zonas rurales. Alguien tiene que preguntar ¿Por qué la vida de un potro es menos valiosa que la de un lobo? o ¿Esperamos a que la víctima del cánido sea una persona para tomar medidas más prácticas?

La conflictiva relación entre el lobo y la ganadería

El conflicto entre los lobos y el ganado siempre ha generado controversias, agravadas desde la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) que tramitó el actual Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en 2021 y que prohíbe su caza en todo el país.

Además, la Orden Ministerial incluye la realización de un nuevo censo nacional del lobo. Añade también que la captura de ejemplares podrá seguir dándose siempre que se autorice por las autoridades autonómicas. Pero antes se tienen que agotar las medidas de protección recomendadas por el MITECO.

Muchas de las medidas que teóricamente tienen que adoptar los ganaderos, son caras y a menudo insuficientes.

Entre ellas se destacan el pastoreo y vigilancia con perros guardianes, estructuras para pernoctación y en el caso de los equinos, cercados de agrupación y selección de razas y sementales con comportamiento antipredadores.

Los ganaderos juzgan que esta protección, y las subvenciones, no son suficientes para la convivencia.

 

Conocemos al lobo ibérico

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una subespecie de lobo que se encuentra en la Península Ibérica, incluyendo partes de España y Portugal.

Tiene una serie de características distintivas que lo diferencian de otras subespecies de lobos.

Son de tamaño mediano, siendo ligeramente más pequeños que otras subespecies de lobos. Los machos adultos pueden llegar a medir entre 1,3 y 1,5 metros de longitud, desde el hocico hasta la base de la cola, y pesar entre 30 y 40 kilogramos. Las hembras son un poco más pequeñas

El pelaje del lobo ibérico varía en color y textura. Por lo general, su pelaje es de tonos grises y pardos, con variaciones individuales. Algunos ejemplares pueden tener un pelaje más claro o más oscuro. Durante el invierno, su pelaje se vuelve más espeso y denso para protegerlos del frío.

Es muy típica la presencia de manchas blancas en su pelaje, especialmente en la zona del pecho y la garganta. Estas manchas blancas pueden variar en tamaño y forma entre individuos. Su cuerpo es musculoso y alargado, con extremidades fuertes y una cola larga y espesa. Sus orejas son erguidas y triangulares, y sus ojos son de color amarillo o ámbar, lo que les brinda una excelente visión tanto diurna como nocturna.

Los lobos ibéricos son conocidos por su capacidad de comunicarse a través de diferentes vocalizaciones. Emiten aullidos característicos, que les sirven para mantener el contacto entre los miembros de la manada y para marcar su territorio.

Es un animal social que vive en manadas, generalmente compuestas por una pareja reproductora y sus crías. Estas manadas ocupan territorios extensos y tienen una jerarquía social bien establecida.

Su alimentación se basa principalmente en presas silvestres, como ungulados (ciervos, corzos, jabalíes) y pequeños mamíferos, aunque también atacan al ganado, como hemos comprobado en numerosas ocasiones.

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La coexistencia y regulación

La convivencia entre el lobo y la ganadería exige regulación y control de las especies. La caza es una la herramienta de gestión básica para garantizar una contribución ecológica positiva a largo plazo a las poblaciones de este carnívoro, así como aumentar la aceptación de estas poblaciones en áreas donde provocan daños a la ganadería.

La defensa y conservación de esta especie no sólo es compatible con la actividad cinegética de forma regulada, sino que seguramente sea éste el motivo de su éxito. En el caso de Portugal, donde no está permitida su caza, las poblaciones de lobo ibérico han disminuido en los últimos años, lo que demuestra que la caza de esta especie no es el problema sino parte de la solución.

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