Muere la corza albina encontrada en Lugo, un animal casi único
Galicia

Muere la corza albina encontrada en Lugo, un animal casi único

A causa de una parasitosis de sarna, esta mañana ha fallecido la corza albina que hace 12 días fue encontrada en San Roque, un área recreativa de los montes de Viveiro.


Hace poco más de una semana, miembros de la Comunidad de Montes San Roque avistaron una cría de corzo muy peculiar: un ejemplar albino, como se denomina a los animales que presentan muy poca o ninguna pigmentación tanto en la piel como en las estructuras tegumentarias (v.g. el pelo).

No image

La corza fue trasladada a las instalaciones en la Reserva de Animais en Semiliberdade de la comunidad de Montes de San Roque.

A punto de ser atropellada

Estuvo a punto de ser atropellada por un automóvil y de causar un accidente a una ciclista, razón por la cual decidieron alertar al Seprona. Siguiendo las indicaciones de este, se llevaron a la cría a sus instalaciones en la Reserva de Animais en Semiliberdade de la comunidad de Montes de San Roque, a la espera de recibir indicaciones de la Consejería de Medio Ambiente

El animal, desde entonces, vivía feliz en las 4 hectáreas que conforman el parque de animales de San Roque, un lugar que abrió sus puertas en 1998 y que hoy en día es el hogar de 12 gamos, 15 ovejas del Camerún, 6 burros gallegos y un par de ponis. Todos  viven en semilibertad,  exentos de peligro ante la proliferación del lobo en los montes gallegos.

En la Reserva viven animales de distintas especies que visitan escolares de muchas zonas.

Un parque para la fauna y la educación ambiental

Para conocer un poco más a fondo este tema, nos hemos puesto al habla con Carlos Méndez, presidente de La Comunidad de Montes de San Roque en Viveiro. La apertura del parque ha sido una iniciativa estupenda que acerca la fauna a los más pequeños quienes bien con su familia, bien con los colegios, acuden para ver de cerca a los animales, alimentarlos y fotografiarlos. “Los niños son los que más disfrutan con los animales”- afirma Méndez.

La pequeña corza albina padecía parasitosis por sarna.

Padecía parasitosis de sarna

La pequeña corza fue, desde su llegada, el “fichaje estrella” del parque, atrayendo la atención tanto de niños como de adultos que se acercaban a visitarla y a fotografiarla por su apariencia tan poco común y su buen carácter.

Nos cuenta Carlos que cuando la recogieron, les pareció raro que se diera a las personas con tanta facilidad, “parecía un zombie”. Pensaron que tal vez estuviera enferma, algo que se confirmó cuando el veterinario la visito por vez primera: la corza, de tan solo mes y medio, presentaba costras e irritación en la piel como consecuencia de una parasitosis de sarna.

A pesar de la noticia, el animal reaccionaba bien a los cuidados, se alimentaba y actuaba con aparente normalidad “por lo que no perdimos del todo la esperanza de sacarla adelante”-confiaba Méndez

Sin embargo, ayer las cosas cambiaron y la situación empeoró: la corza se mostraba apática y no quería comer. Esta mañana ya ni siquiera se incorporaba, algo que hizo saltar todas las alarmas. Se avisó con carácter de urgencia al veterinario que había seguido su evolución. “Precisamente ahora está con ella y nos ha dicho no hay nada que hacer”-nos decía Méndez lleno de impotencia. Minutos más tarde se confirmaba el triste desenlace, la corcina había fallecido.

Ahora la comunidad se encuentra a la espera de que La Conselleria de Medioambiente les diga qué hacer con el cuerpo del animal.

La dificultad para sobrevivir sin su madre

Las crías de corzo son muy vulnerables y no suelen sobrevivir sin su madre, en este caso concreto no había más opción que recogerla para que no acabara siendo atropellada, pero aprovechamos para hacer un llamamiento y recordar que, en condiciones normales, si te encuentras un corcino en el campo no debes tocarlo ni mucho menos cogerlo: su madre lo está vigilando y si te lo llevas, morirá.

 

Comparte este artículo

Publicidad