Abate un impresionante jabalí medalla de oro de 130 kilos en una cacería por control de daños a la agricultura
Sevilla

Abate un impresionante jabalí medalla de oro de 130 kilos en una cacería por control de daños a la agricultura

Un cazador sevillano ha abatido en la modalidad de espera un espectacular macho de 130 kilos en una zona de cultivos. El jabalí portaba en su boca unos largos y gruesos colmillos. El trofeo ha obtenido una puntuación de 114 puntos.


Fran Marín Cabeza es un joven cazador nacido en la provincia de Sevilla. Se confiesa un apasionado de la caza del jabalí en montería y en aguardo. A lo largo de su trayectoria cinegética ha abatido varios cochinos con boca, pero ninguno del valor y la magnitud de este que nos trae hoy.

El jabalí estaba causando cuantiosos daños en los cultivos de patatas

El hermano de Fran solicitó la ayuda de este para tratar de abatir un enorme cochino que estaba destrozando una siembra de patatas próxima al río Guadalquivir. Días más tarde del aviso de su hermano, el cazador se presentó en la finca para intentar paliar los daños causados por el suido.

Pensaban en un primer momento que se trataba de una jabalina. La primera noche de espera el cazador se situó junto a un cañaveral. Nada más anochecer, el esperista y su hermano, que lo acompañaba en el aguardo, oyeron al suido desplazarse entre las cañas. El animal detectó la presencia de los cazadores y no se aventuró a entrar en la siembra. Fran, dada la cercanía del jabalí, pudo oír la respiración y los gruñidos de este entre la vegetación. Nada más escuchar el ruido que hacía, se percató que se trataba de un macho. La siguiente noche el solitario no compareció a la cita.

No image

Fran junto al gran jabalí la noche que consiguió abatirlo a 150 metros de distancia.

Abatió el jabalí cuando trataba de cubrir a una piara de cochinas domésticas

El cazador tuvo que esperar a la tercera noche de espera para poder verlo. El jabalí en esta ocasión venía en busca de un grupo de cochinas domésticas que se encontraban en una plantación de naranjos. Fran despertó a su hermano, que se había quedado dormido, para que compartiera con él el lance.

Cuando el cochino estaba a 150 metros de distancia, el cazador apretó el gatillo de su rifle de cerrojo Thompson del calibre .30-06. Tras recorrer unos metros, el jabalí se derrumbó sin vida. Dado su tamaño fue necesario el uso de un montacargas para transportarlo.

 


No te lo pierdas

Comparte este artículo

Publicidad