Sevilla

Abuelo y nieta, unidos por la perdiz

Dos perdices criadas desde que salieron del cascarón a base de cariño y mucha dedicación se han convertido en la mejor compañía de Salvador, un cazador de 76 años. Y su nieta, de solo seis años, ha heredado esa pasión por la perdiz.


 Perdiz
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Camarón y Caprichoso son dos machos de perdiz que pertenecen a Salvador, un cazador sevillano que reside en el municipio de La Campana. Por motivos laborales, las perdices se han criado en la casa de su padre, de 76 años, que es quien suele cuidarlas.

La pequeña Celia, su nieta, con tan solo seis años, demuestra la misma pasión que su padre y su abuelo por estos pájaros. Antes de este confinamiento los sacaba a pasear cada día que visitaba a su abuelo.

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Así son estas dos preciosas perdices

Camarón es un pájaro de cinco celos al que este pasado año le ha abatido diez perdices. A pesar de su bravura, Salvador nunca lo tiene enjaulado. Vive en la azotea de la casa.

Caprichoso es más joven. Tiene dos celos y aún no ha sido cazado. Desde que nació se ha convertido en el inseparable compañero de Camarón.

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Criados desde que salieron del cascarón

Le hemos preguntado al compañero cómo ha logrado este comportamiento tan dócil en las aves, y nos contesta que los ha criado prácticamente desde que salieron del cascarón. A base de cariño y mucha dedicación ha logrado está conexión. También reconoce que lograr esto es muy complicado lograrlo con perdices salvajes.

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