Un zorro mata al halcón de un cetrero en una jornada de caza

El trágico suceso para el cetrero y su halcón sucedió el viernes día 3 poco más tarde de las 09:00 horas de la mañana. En ese preciso instante, el cetrero buscaba un lance a perdiz salvaje, como cualquier otro día que acudía a cazar con su pájaro. Se trataba de un pollo joven, de un año y era conocido como Braulio, un pájaro que fue criado por sus padres.

Según ha explicado su dueño, Santiago Ruiz, a la redacción de Club de Caza, era un pájaro con unas capacidades excelentes, volaba alto, siguiendo la vertical y con un vuelo bastante bonito. Sin embargo, su trayectoria ha sido corta. Te contamos la historia.

Este es el halcón que ha perdido la vida a manos de un zorro, un híbrido de gerifalte y peregrino.

En busca de las perdices

Santiago estaba dando vueltas con su coche, forma en la que se caza esta modalidad. Se recorre el campo en el interior del vehículo hasta el momento en que se encuentra el bando de perdices.

En ese instante, el cetrero detuvo el automóvil y comenzó a colocar aperos, le puso el GPS al halcón, preparó el chaleco, la comida…

Tras esto, puso al halcón en vuelo y comenzó en carrera elevándose por encima del cazador y el perro. Cuando alcanzó un techo suficiente, a 240 metros, comenzaron a caminar buscando las perdices. El pájaro se colocó en vertical con respecto a su cetrero y comenzaron a avanzar juntos para levantarlas.

Lance certero

Para cuando salieron las perdices, el pájaro ya había escalado de 240 metros hasta los 380 metros.

Una vez alcanzados los 400 metros de distancia, impactó de una cuchillada con la perdiz y cuando el cetrero fue a cobrarla pensó que sería ahí cuando la habría cogido su pájaro porque encontró todo el reguero de plumas, aunque no sucedió así, ya que la perdiz no se encontraba allí.

Recapitulación del lance

Santiago volvió a recapitular todo el lance y barajaba la posibilidad de que al acuchillar la perdiz no la capturase sin vida, sino que la dejó herida. Por tanto, su hipótesis en ese momento era que la perdiz había podido coger la misma dirección que traía, que es la querencia que llevaba para llegar al arroyo, donde tenía su refugio.

Intervención del zorro

En el arroyo estaban las pruebas evidentes de que la perdiz llegó allí y la cogió el halcón, la remató y estuvo pelándola hasta que el zorro lo cogió.

Pudo ser por sorpresa o pudo ser que el pájaro lo viese y se dejase coger porque está muy acostumbrado a los perros, ya que en la casa donde se encontraba, afirma Santiago, “hay perros de todos los pelajes y colores. Entonces, para él, el zorro sería un colega más, un perro, y posiblemente se quedó inmóvil cuando se acercó”.

Sin señal GPS

Cuenta también que perdió la señal GPS, por lo que decidió acudir a buscar la tendencia natural de la perdiz. Llegando allí, recibió de nuevo la señal, encontrando al pájaro muerto con los incisivos clavados.

Lugar donde se encontraron las plumas. A la derecha, las perdices se levantan.

“Lo había cogido del pecho y debajo de cada ala tiene los colmillos de arriba clavados en un sitio y los de abajo en otro”, explica el cetrero. “Lo mató, hizo un agujero y lo enterró a unos 20 metros o menos de donde encontré los restos cuando se produjo la captura”, concluye.

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