Marcos Pedregal, el iluminado de la perdiz

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define al iluminado como «alumbrado» y como «el individuo de una secta herética y secreta fundada en 1776 por el bávaro Adán Weishaupt, que con la ciega obediencia de sus adeptos pretendía establecer un sistema moral contrario al orden existente en religión, propiedad y familia».


De las dos definiciones me quedo, indudablemente, con la segunda; adaptándola, claro está, a la fecha actual y a lo que representa el movimiento S.O.S. Salvemos la perdiz roja en el mundo de la caza.

Sin duda alguna, lo que pretende S.O.S. Salvemos la perdiz roja se puede calificar como hérético, de ciega obediencia (hacia nuestra perdiz), y dispuesto a establecer un sistema contrario al orden existente. Y creo que su fundador es totalmente consciente de ello.

Los que se arrimaron a sacarse la foto en su día ahora se han dado cuenta de que el niño ha salido rebelde

Aunque también han empezado a ser conscientes de lo que significa ese movimiento herético los que en su día lo apoyaron, en medio de la «I Guerra Mundial Federativa» que desde el año pasado sufrimos pacientemente todos los cazadores de este país y los medios de comunicación cinegéticos.

Los que se arrimaron a sacarse la foto en su día, ahora se han dado cuenta de que el niño ha salido rebelde y que no dice lo que esperaban oír. Que no se corta un pelo y que sigue diciendo las mismas verdades del barquero que desde el primer día dijo. Y que le da lo mismo soltarlas delante de los gerifaltes del Ministerio que de los apoltronados del deporte.

Sin duda alguna que el adjetivo iluminado, con el cual ya le ha definido uno de los generales que participan en la «I Guerra Mundial Federativa», le viene que ni pintado. Porque no ha traicionado a los suyos, a pesar de los muchos cantos de sirena que ha escuchado y escucha todos los días. Porque cree que se puede cambiar lo que pasa con nuestra perdiz y porque confía en sus compañeros cazadores que se han sumado a la campaña de recogida de firmas con una respuesta inusitada para un colectivo como el nuestro, acostumbrado siempre a esperar sentados a que alguien les solucione sus problemas.

Ahora Marcos Pedregal no está solo, porque tiene a los cazadores detrás, como nunca pasó en este país. Ellos también son iluminados y hacen falta para cambiar la caza en este país. Eso les convierte en una poderosa secta herética que puede hacer tambalear los pilares podridos que sustentan la caza en España.

Nos hacen falta muchos más iluminados para cambiar esto.

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