Descartado el disparo como causa de la muerte del lobo hallado en Palencia

Descartado el disparo como causa de la muerte del lobo hallado en Palencia

El diagnóstico tras la necropsia y el análisis de los restos, se vincula a la mordedura de otros cánidos desmintiendo así las noticias que, sin ninguna prueba, publicaban que la muerte la había causado un cazador furtivo.


La Junta de Castilla y León ha dado a conocer que tras las radiografías y necropsia realizadas al ejemplar se descarta el disparo como causa de la muerte del lobo hallado en la comarca palentina de Cervera de Pisuerga. Las pruebas realizadas en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos apuntan a mordeduras de otros cánidos.

Los hechos

El pasado domingo se encontró el cadáver de un lobo ibérico (canis Lupus signatus) en el vallado de un colegio abandonado, en el casco urbano de la localidad de Cervera de Pisuerga. Sin tener ninguna prueba fehaciente, algunos medios de comunicación publicaron que el animal presentaba heridas compatibles con un disparo de bala. Incluso llegaron a publicar que tenía un disparo en la pata trasera, con orificio de entrada y salida. Resultó ser una lesión compatible con una mordedura. Pero en ese momento, era más efectivo y sensacionalista culpabilizar a un cazador que contrastar los hechos.

Las pruebas reales

Durante la exploración externa descubrieron evidentes y numerosas lesiones en la piel, caracterizadas por ser de pequeño tamaño y profundas, habituales en las heridas punzantes. Estas lesiones estaban especialmente presentes sobre los cuartos traseros, pero también las encontraron sobre el cuello, las patas, el abdomen y el rostro.

Al examinar el tórax, observaron una costilla fracturada y gran cantidad de sangre acumulada en los pulmones, mientras que en la cavidad abdominal se apreció una pequeña lesión sobre el bazo, compatible con una fuerte contusión en ese órgano.

Finalmente, como conclusión llegaron a que las lesiones habían sido producidas por mordeduras de uno o varios cánidos sin poder precisar si eran salvajes o domésticos.

Sin restos metálicos

A través de radiografías descartaron la presencia de restos metálicos y, por ende, el disparo como causa del fallecimiento. Al retirar la piel descubrieron hematomas subcutáneos, de gran tamaño, por todo el cuerpo, aunque en especial en el cuello, el abdomen y los cuartos traseros, cuyas características respaldan que el lobo continuaba vivo en el momento en el que se produjeron las lesiones.

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Falsas acusaciones a cazadores

Este es un caso más en la que la prensa afín a determinadores sectores arremete contra el sector cinegético, y aprovecha cualquier noticia relacionada con la muerte de animales, para criminalizar a los cazadores y ponerlos en el punto de mira incluso de las personas más neutrales. Son innumerables los casos en los que se culpa a nuestro sector sin ningún fundamento. Baste recordar lo sucedido el pasado año, cuando los animalistas, incluido el director de Derechos de los Animales, culpó a los cazadores de la fosa con cadáveres de animales encontrada en Hellín (Albacete). Fue la propia Guardia Civil quien negó rotundamente estas acusaciones al confirmar que los restos encontrados no tenían nada en absoluto que ver con la caza. Y esto es solo un ejemplo de las múltiples publicaciones con datos falsos, o en el mejor de los casos, con comentarios imprecisos que solo buscan penalizar a los cazadores o como mínimo crear confusión respecto a nuestra actividad. Grave es también que en la mayoría de los casos no se retractan o, si lo hacen, es de forma que puedan quedar ciertas dudas, quizá amparándose en el dicho “critica que algo queda”.

Animales de primera y de segunda

Los mismos que en esta ocasión pusieron el grito en el cielo por la muerte de este ejemplar, callan cuando un lobo mata o deja agonizando a otros animales. Parece que hay animales de primera y segunda categoría para este “animalismo”.

Piensan que amar a los animales es sinónimo de no gestionar sus poblaciones y qué atrevida la ignorancia, no saben que llevan a su espalda más muertes que el propio lobo al que tanto defienden.

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