Un oso pardo destroza el brazo de una mujer cuando trata de fotografiarlo desde el interior de un vehículo
Depredadores

Un oso pardo destroza el brazo de una mujer cuando trata de fotografiarlo desde el interior de un vehículo

La víctima del ataque tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario para ser atendida de las heridas que le causó el oso en el brazo derecho. En España se han producido 11 ataques de plantígrados a humanos en los últimos 24 años.


Los últimos ataques de oso a personas en España de los que tenemos constancia se han producido en Asturias en el año 2021, donde una mujer de 75 años sufrió una fractura de cadera y múltiples heridas, el ocurrido en el año 2022 en el paraje denominado Collado de Las Lamas, situado entre los municipios de El Tojo y Tudanca, en el que, por suerte, el pastor pudo escapar de las garras del depredador al subirse en un árbol, y el de un ganadero cántabro cuando trataba de defender a sus cabras, producido en noviembre del mismo año.

14 muertos por ataque de oso en el país

Este es el balance de víctima mortales por ataques de oso en Rumanía en el período comprendido entre los años 2016 y 2021. En este lustro se han producido 154 ataques, en los que han resultado 158 personas heridas. Según cifras oficiales, en Rumanía hay más de 8.000 osos pardos.

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El oso metió la cabeza por la ventanilla del vehículo, que la mujer abrió cometiendo un gravísimo error. A la derecha, de esta trágica manera acabó el brazo de la mujer.

“Pensé que quería que fuéramos amigos”

En esta ocasión ha sido una turista de Escocia la que ha sido atacada por un depredador de esta especie cuando se encontraba de vacaciones en Rumanía. El ataque se produjo cuando la mujer de 72 años estaba visitando, junto a su pareja, el lago de Vidraru, creado en 1965 con la construcción de una presa en el río Arges.

El ataque tuvo lugar en el momento en el que la mujer bajó la ventanilla del vehículo para tratar de fotografiar al plantígrado. La propia mujer atacada ha manifestado a posteriori que pensaba que el oso quería que fueran amigos, en un insultante desconocimiento de lo que representa un súper depredador del tamaño y la fuerza de un oso pardo.

Este hecho lo aprovechó el oso para meter la cabeza en el interior del coche. A partir de ese momento, los mordiscos y zarpazos convirtieron el momento en un suceso trágico. Por suerte, la mujer vestía un abrigo grueso. Esto evitó que la gravedad de las heridas fuera mayor en el brazo de la víctima. Tras ser trasladada de urgencias a un centro hospitalario tuvo que ser intervenida.

 


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