Un ciervo se engancha en comedero y los depredadores piden turno para comérselo
Fototrampeo

Un ciervo se engancha en comedero y los depredadores piden turno para comérselo

La mala fortuna de un ciervo se convierte en un festín para coyotes, linces e incluso jabalíes.


Un ciervo se acerca a un comedero para alimentarse. Se trata de una comida fácil, pero todo va a torcerse y esta será la última noche con vida del hambriento animal.

El objetivo de la colocación y gestión de este tipo de comederos no consiste en atraer a los ciervos. La empresa que lo ha puesto ahí es Texas Wildhog Control, especializada en la captura de jabalíes y cerdos asilvestrados, especies que se han convertido en un grave problema para los agricultores y ganaderos de buena parte de Norteamérica.

La mala suerte del ciervo le cuesta la vida

Estamos ante un punto de cebado de cochinos que pretende atraerlos mediante un suculento alimento. Entonces, montan una trampa que pretenderá capturar toda la piara en una sola activación. Todo el proceso es grabado con cámaras de foto trampeo. En su web aseguran que guardan especial cuidado de no actuar sobre otras especies del entorno en el que trampean, especialmente ciervos. Algo que no se cumple en estas imágenes debido a una sucesión de infortunios que acaban con un ejemplar macho atrapado por el comedero.

El ciervo come el grano caído sin sospechar que será su última comida.

El ciervo acude por la noche a conseguir una comida fácil. Vivir en las inmediaciones del lugar elegido para montar el comedero, que suele ser también el que más daños sufre por parte de jabalíes y cerdos asilvestrados, le ha llevado a descubrir el punto de alimentación.

El ciervo lucha para intentar liberarse de la trampa en la que se ha convertido el comedero caído.

Pero la interacción del venado con el cebador hace que la estructura vuelque, enganchando las cuernas del animal y apresándolo. En esta imagen aún vemos cómo patalea en lo que debieron ser largas horas de intentos de liberarse.

Los coyotes son los primeros en llegar.

El sonido de esta lucha y el olor lleva a los primeros depredadores a curiosear la extraña escena. En la toma, vemos cómo los coyotes se acercan de manera cautelosa a descubrir lo que allí sucede.

El lince y los coyotes acuden a la cena con el ciervo como plato principal. A la derecha, un linde disputa con varios coyotes el festín.

Pero no son los únicos en aprovechar la carne del ciervo. Un lince se invita a la cena. Vemos que los coyotes ya han dado cuenta de las patas del ungulado.

Un jabalí demuestra sus hábitos carroñeros al aprovechar la carne del ciervo muerto.

Un gigantesco jabalí se convierte en el animal dominante. Su tamaño es demasiado para los coyotes y para el lince, y se queda solo para demostrar que es uno de los carroñeros más oportunistas de la fauna silvestre.

 

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