Un joven de 17 años es atacado por dos lobos en Asturias al tratar de salvar la vida a una de sus cabras

Ayer Kike se llevó uno de los mayores sustos de su vida. En torno a las siete de la tarde salió de casa, en Santianes de Ola (Asturias), para ir a guardar las cabras como de costumbre, aunque esta vez, fue muy distinto.

Al llegar al prado se encontró una escena dantesca: dos lobos estaban devorando a una de sus cabras. Los alaridos del animal no se le olvidarán al joven que, en ese momento, trató de ahuyentarlos a voces.

«Empezaron a gruñir y a venir frente a mí»

Los gritos de Huerta no sirvieron para alejar a los lobos, sino más bien para lo contrario. «En vez de irse empezaron a gruñir y a venir frente a mí» —cuenta la víctima.

Trató de mantener la calma, pero sabía que corría verdadero peligro; el ataque era inminente. Se fue alejando poco a poco pues, conocedor de la especie a la que se estaba enfrentando, sabía que salir corriendo no le serviría de nada.

Paso que retrocedía él, paso que avanzaban ellos. Por suerte tenía cerca un castaño que le salvó la vida. El castaño y, por supuesto, su habilidad.

Nada pudo hacer por salvar a la cabra

Una vez había subido al árbol, los lobos dieron por perdida la partida y se fueron. «Se metieron por el río abajo» —recuerda el joven.

Pasados varios minutos, con el corazón en un puño, Kike bajó del árbol y corrió hacia su cabra. El animal no había sobrevivido al ataque.

Los lobos protegidos, las personas en peligro

Inmediatamente llamó a su padre, Vicente Huerta, titular de la ganadería familiar del mismo nombre. Este avisó rápido a la Guardia Civil que lamentó no poder hacer nada al estar el lobo protegido por la Consejería.

La familia del joven pide soluciones. Claman porque se proteja a sus animales y que no antepongan la vida de los lobos a la de las personas.

Desde Club de Caza queremos trasladar todo nuestro apoyo a la familia y a todos los ganaderos que cada día ven peligrar sus vidas y la de sus animales.

La caza controla poblaciones, equilibrando y permitiendo la convivencia de todas las especies. Estamos con vosotros, ojalá más pronto que tarde, las cosas cambien y gobierne el sentido común.