Ahora o nunca

Cazadores y pescadores acompañados de los suyos se darán cita en Dima el próximo día 23, domingo. Todos tienen un compromiso con su afición y responsabilidad. Al margen van a quedar esos funestos individualismos a los que son tan proclives algunos pocos aficionados. No en vano todos los retos son importantes.


Hay ganas de refrescar la memoria histórica y despertar la conciencia colectiva sobre la urgente conservación de la caza y la pesca. Patrimonio tejido con la urdimbre de nuestra historia e idiosincrasia popular que peligra por un sector pequeño de la sociedad que rechaza visceralmente y sin argumentos todo lo que desconoce.

Quien no siendo cazador o pescador asiste a Dima la primera impresión siempre es de sorpresa ante la ingente cantidad de aficionados que acuden a la cita. ¿Qué les mueve a estos colectivos? Posiblemente la fidelidad con un proyecto y las ganas locas de demostrar a la sociedad que son una gran parte de este pueblo que exige ser respetado y atendido.

Nunca en sus 26 ediciones ha habido problema alguno, es más, el ambiente es ejemplar, a pesar de que se sientan muchas veces marginados por la sociedad que atenta contra su libertad. Sociedad con muchas contradicciones que se erige en juez y parte al rechazar injustamente todo aquello que desconoce pero que se permite usar a diario el pulcro matadero industrial obviando sus principios.

Quizá la respuesta silenciosa a esa falsa moralina se encuentre en Dima, concretamente en sus mejores embajadores, los aficionados que van a ser homenajeados. Estos son sus nombres, Eliseo Feijoo, del Club Deportivo Artziniega, Benito Carabias Muñoz, de Vitoria, Iosu Egaña Goñi, y con la Medalla de Oro de Adecap Ehiztari on para Jon Olabarrieta Bolunburu y Begoña Besga Larruskain.

Que San Huberto nos eche una manita con el tiempo que lo demás todo vendrá por sí solo. Ingredientes no han de faltar para que cazadores y pescadores pasen una grata jornada.

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