01 oct. 2018 - 2.165 lecturas - No hay comentarios
Es previsible también que las migradoras nos visiten en número importante. En cuanto a las especies mayores, las cuernas de los corzos agradecieron el verdor primaveral y las primeras capturas de ciervos en berrea están teniendo mucha madera. De los incombustibles jabalíes qué les voy a decir, pues como siempre, bien. Y es que el agua de lluvia cuando cae pausadamente es una bendición para la flora y la fauna.
Sin embargo, todas estas previsiones hay que entenderlas en su justo contexto. Entiéndame, perdices y liebres no va a haber donde el pasado año no se dejó la suficiente madre para que se multipliquen. Las becadas tampoco van a situarse a primeros de noviembre en los montes que no tengan suficiente humedad y gusanos con que alimentarse. Como tampoco jabalíes y torcaces, huéspedes en todas partes, no intensificarán su presencia donde no haya maíz, bellotas, hayucos, castañas, manzanas silvestres, bayas…
En fin, que en la naturaleza todo está coordinado y hay que saber administrar los recursos para cuando vengan mal dadas. Y una buena forma de llevarlo a la práctica, al margen de la susodicha gestión a pie de campo, es concienciando a la sociedad en general de que este recurso natural renovable que es la caza es susceptible de explotación racional.
Es posible que a veces no se utilice el suficiente tacto cuando aflora la mala uva y se trate de corregir entuertos de aquellos que ponen constantemente en la picota a los cazadores. Pero así y todo entienden que la crítica a estos detractores es inútil, pone al prójimo a la defensiva, lastima su orgullo, hiere los sentimientos y despierta resentimiento. Por mucho que se reconozca para sus adentros cuando se equivocan, es mejor utilizar el tacto tratando de explicar la realidad de la caza y procurando entender porque no la aceptan. Quizá así nos aproximemos y surja la tolerancia.
Yo sé que así contado parece fácil pero también me consta que la mayoría de las veces no hay voluntad ni de escuchar. Por eso permítanme que a veces dude de poner el otro carrillo.