Las semillas de la muerte

Entre otras comunidades, Burgos desvedará las especies menores este domingo. Temporada que se prevé buena en cuanto a perdices se refiere, si bien el 40% de sus poblaciones van a morir estos días a consecuencia de haber ingerido granos de cereal para siembra tratados con productos fitosanitarios tóxicos.


Así como suena, y que nadie lo desestime porque esto viene de hace muchos años con el beneplácito de la Administración. La semana pasada les comenté cómo en las tres últimas décadas se estima que, a consecuencia de una agricultura intensiva, habían muerto del orden de 66 millones de animales. Pues bien, ahora resulta que una ONG francesa ha denunciado que el cereal no ecológico que se come en el desayuno contiene restos de pesticidas, lo cual no me extraña lo más mínimo. De hecho, hace años, cuando detectamos que las semillas estaban tratadas con productos tóxicos para combatir la enfermedad denominada del pie, hongo que merma las cosechas, nadie supo decirnos cómo afectaba a la cadena alimenticia de los humanos. Y que nadie busque responsabilidades entre los agricultores porque no la tienen, utilizan lo que el mercado les oferta, sin más. Bastante tienen con intentar sacarle rentabilidad al campo como para empezar a analizar lo que la Administración recomienda y autoriza. En cuanto a la actualidad cinegética comentarles que palomas al día de hoy han pasado pocas por estos lares. Conviene estar muy atentos al próximo cambio de luna. En cuanto a las malvices o zorzales están pasando en número importante desde hace 10-12 días y eso lo agradecen los que gustan doblar el índice. Pero volvamos a las perdices del domingo. Un día importante para muchísimos cazadores, si bien muchos cotos con buen criterio postergarán la apertura una o dos semanas. Se lo pondrán más difícil a los cazadores al encontrarse más fuertes. Se trata ahora de respetar los cupos y guardar para cuando no hay, sin olvidar más adelante cuando la nieve y el frío aprieten aportarles granos por los carreteriles. Lo agradecerán tanto que para muchas es la tabla de salvación para superar el frío invierno en los páramos castellanos.
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