Un cazador con label

«Ha muerto Tomás Arteta, cazador». Con estas palabras inició su alocución un sacerdote de Amurrio (Alava), lugar donde nació Tomas. Gustaron estas palabras, cómo no, entre los asistentes que abarrotaron la iglesia. Y es que Tomás, aparte de ser una excelente persona, era un cazador de los de antes. Listo y comprometido con la defensa de la caza y de los cazadores. Un buen tipo.


Quizá alguno le pueda achacar —si bien con cierta admiración— que en su juventud realizó alguna que otra pillería cinegética. Seguro que sí, pero, ¿quién no haría lo mismo en aquellos años difíciles donde abatir un jabalí en su Gorbea querida era la solución a las necesidades alimenticias de su familia? Tuvo la mala suerte de pegarse un tiro en la rodilla a consecuencia de una caída y, a pesar de que se le quedó la pierna más rígida que un palo, siguió cazando hasta su muerte. Nunca se le vio un mal gesto, y menos queja alguna por su mermada movilidad. Ahora bien, supo suplir en el monte esta secuela con los muchos conocimientos que atesoraba, tanto de los animales como de su comportamiento. Respetado por sus compañeros, Tomás fue «un cazador de pueblo», de esa estirpe que no volverá y que tanto se añora. Su hijo, cazador también de jabalíes y perrero para más señas, sigue con buen criterio la trayectoria de su padre. Los perros de caza mayor eran su gran pasión, le faltaba tiempo para desplazarse donde había alguno que destacase en el monte. Asistía todos los años a la fiesta de Dima, escuchaba atento el mensaje y hablaba con sus amigos de lo que iba bien y de lo que perjudicaba al colectivo, ni más ni menos como lo hacen las buenas familias. Le recordaremos públicamente este año. Muchos cazadores asistieron al funeral. Es el caso de Iker Ortiz de Lejarazu (Presidente de la Federación Alavesa), su padre Marcos, Juanjo (Sociedad de Ayala), Jose Mª Lauzurica (Presidente de la Sociedad de Olarizu), Joseba Amondo (Sociedad de Llodio), Leonardo Muro (Sociedad Zuya Sport), Javier Arberas (Sociedad Izarra), Pedro Bergaz (Sociedad de Llodio), Otegui y Mikel Torres (Orozko), entre otros muchos.
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