Historia de un Guarda de Pesca (VIII)

Corría allá por el año 2006 cuando conocí a Gervasio Palencia, se hizo socio y luego estrechamente un gran colaborador de la asociación, ayudando en todo lo que era necesario, desde hacer escalones, expedir los permisos, soltar truchas, etc.


Nos unió una muy buena amistad y con él visitaba el coto a diario para posteriormente almorzar caracoles, costilla de cerdo de la orza o asadura frita con tomate, que era lo que más le gustaba, además del pescuño de jamón, como él decía, eso sí regado con vino, para terminar con el café solo y la copa de veterano «sin alcohol» como él decía e incluso muchos días comíamos juntos con amigos pescadores que preparaban en el refugio buenas viandas, era una persona muy sabia en temas del campo, ya que su vida transcurrió en el monte y la fábrica de maderas del Ayuntamiento de Cuenca.

Muchos años vividos con anécdotas de esas que no se olvidan nunca, conocimientos y aprendizaje de muchas picardías y chascarrillos, conservo un libro que me regaló, el prontuario de la Guardia Civil, ya que fue aspirante al cuerpo.

Muchos años, supero un cáncer de cólon, y en el año 2016, llegando al refugio una mañana muy fría, nos avisó un pescador de Madrid que venía a pescar, José Luis Peral, que se encontraba el abuelo tirado en el suelo del camino y subió a pedir ayuda por lo que varios pescadores y yo nos fuimos a su encuentro y ya pudimos ver que había sufrido un ictus. Él estaba consciente pero paralizado, tuvo el acierto de poder parar el coche y al salir se cayó al suelo, avisé a la ambulancia y ese fue su ultimo día que pisaba el coto, su segunda casa. Dos años después falleció.

También quiero recordar a buenos amigos y compañeros guardas forestales que muchas veces almorzábamos juntos e incluso algunos venían a pescar, Paco cozar (D.e.p), Adolfo sequí (D.e.p) y Cristino Miota eran los subinspectores, Marcelino sequí (D.e.p), Emilio Valiente (D.e.p), Saturnino Álvarez, José Luis Álvarez, Ángel Ferrer (D.e.p), Valeriano Cañamares, José Luis Martínez, Vicente Martínez Panadero (D.e.P), Pepe Cava, Nicasio Sancho, Carlos Asensio, Julián Iniesta, Marcelino Abril (D.e.p), Jesús Miota, personas comprometidas y sobre todo muy conocedores del río y de la pesca, que por desgracia van dejándonos.

Recuerdo varias jornadas en las que realizamos controles de lucios en la zona del coto, dado que algún indeseable años atrás debió soltar algunos, que luego fueron reproduciéndose. Dichas jornadas estaban capitaneadas por un gran experto y profesional, el agente forestal Ángel Cano, que estaba al cargo de la piscifactoría de Uña y que un fatídico accidente de tráfico se lo llevó a muy temprana edad. La pesca eléctrica resulto eficaz a grandes rasgos, con el inconveniente de que en la zona de pozas era imposible realizar la pesca, en el coto salían lucios de talla pequeña y alguno salió de buen tamaño con caña. A día de hoy, y desde hace muchos años, se puede decir que están extintos.

«Si la gente se concentrara en las cosas importantes de la vida, habría escasez de cañas de pescar», Doug Larson.

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