Ahora sí que sí

Entramos de pleno en otra temporada de caza, ya que tenemos el aperitivo del conejo en verano, estamos en puertas de una nueva media veda, con codornices, tórtolas y torcaces, y luego ya la general de menor y mayor, sin olvidarnos de las esperas cochineras, los recechos corceros y de otras especies venatorias…


La irregular climatología, un año más, habrá influido en los procesos de reproducción, pero no es momento de quejarse, hasta que vayamos viendo los resultados de las primeras salidas cinegéticas en la diversas modalidades. De lo que ya podemos ir quejándonos es de la actual situación de la caza y de los cazadores dentro de la sociedad española, cada vez sufriendo mayores ataques y restricciones. Escribía este mes que como los cazadores no pongamos, y nunca mejor dicho, toda la carne en el asador, no vienen tiempos fáciles para nuestra actividad si los partidos populistas —claramente anticaza—, van accediendo al poder autonómico, que tiene las competencias en materia venatoria y de conservación de la naturaleza asumidas, y, por qué no, también al Gobierno nacional. Para los toros y la caza no pintan bien si no nos defendemos. Y desde estas líneas ya me he cansado de pedir, la verdad es que sin mucho éxito, la unión de todos los que nos movemos en esto de la caza si queremos que nuestros hijos lleguen a ser cazadores, que cada vez lo tienen más difícil. En el lado positivo, apuntar una reactivación económica en nuestro sector, con más movimiento comercial, más publicidad, más ventas, más presentaciones de armas y productos, mucha ofertas de caza nacional y en otros países, proliferación y éxito de la ferias de caza… A ver si es verdad y coincidiendo con este verano que ya tenemos aquí podemos decir que esos tan manidos brotes verdes llegan al sector cinegético español.
Comparte este artículo

Publicidad