Subasta en Namibia

A 350.000 dólares llegó el precio de un permiso para cazar un ejemplar de rinoceronte negro en Namibia. El permiso fue subastado durante la última Convención del Dallas Safari Club, donde se consiguió recaudar entre la subasta del permiso y otras donaciones la suma de un millón de dólares. La totalidad de lo recaudado se destinó a financiar programas de conservación del rinoceronte negro en Namibia.


La subasta fue objeto de duras críticas por parte de sectores radicales, que llegaron incluso a amenazar de muerte tanto al cazador norteamericano que se adjudicó el permiso como a su familia. La presión contra los organizadores de la subasta y el propio Gobierno de Namibia fue tal que varias empresas y particulares que habían apoyado económicamente el proyecto de forma altruista se vieron obligados a retirarle su apoyo, con la consecuencia de que la recaudación final fue sensiblemente inferior a la esperada. El origen de esta idea se remonta a unos años atrás, y surgió como consecuencia de la drástica disminución en las poblaciones de rinoceronte en África, en general, y en Namibia, en particular. El principal motivo de esta disminución ha sido y sigue siendo el furtivismo para hacerse con el cuerno de este animal, que se vende a precios astronómicos en los mercados asiáticos. El Gobierno de Namibia, consciente de la situación, decidió emprender varios programas para la conservación de unos 1.800 ejemplares censados en este país, y cuya población, gracias a las medidas adoptadas, se iba incrementando anualmente en un 5%. El problema nace, como suele ser habitual, en los elevadísimos costes de estos programas de conservación, y así surgió la idea de vender un permiso para cazar un viejo ejemplar, previamente seleccionado por no ser ya apto para reproducirse, y que permitiría seguir sufragando los programas iniciados. El proyecto contó con el apoyo de CITES y estuvo supervisado por dos expertos de la UICN, que aportaron sólidos argumentos científicos a favor. Se trata de un claro ejemplo de cómo la caza puede contribuir a la conservación de una especie, y desgraciadamente también de cómo algunos ignorantes radicales son capaces de influenciar en una sociedad cada vez más alejada del medio rural.
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