El bosón de Higgs

Es la noticia del siglo, la que ha levantado más expectación y repercusiones en los medios científicos.


Han encontrado lo que llaman ‘la partícula de Dios’, porque es la pieza que faltaba para conocer la estructura de la materia a nivel subatómico. Como no es fácil comprender su trascendencia, lo han intentado explicar para tontos, con perdón. Así, imaginen que en una habitación llena de gente entra una joven famosa y hermosa, que tiene que atravesarla para llegar a una rueda de prensa (la habitación es el campo de Higgs). Todos en la habitación se sienten atraídos hacia ella, por lo tanto se aglutinan a su alrededor, mostrándole su aprecio. En este caso el aprecio es la masa. En la medida en que la joven se mueve por la habitación, las personas regresan a sus puestos y otras nuevas se van aglutinando alrededor. Al final del recorrido, la joven habrá acumulado cierta cantidad de aprecio (masa), es decir, será una partícula pesada. Por el contrario, si entra en la habitación alguien que no es conocido, muy pocas personas le mostrarán su aprecio, o tal vez ninguna, por eso al final del recorrido tendrá poca o ninguna masa. El campo de Higgs es necesario para explicar por qué algunas panículas tienen masa y otras no. Vamos, todo lo anterior para decir que el bosón de Higgs es básicamente el que le da masa a las partículas. Y aunque no lo vemos, nos lo creemos. Pues bien, en el mundo de la caza ya está en marcha ese material ecológico para los perdigones que sustituya en el futuro al plomo. Como en el caso del bosón, y en el sector cinegético, puede ser el descubrimiento del futuro. Ya veremos cuando todo se sustancie, ya que aún falta. Pero el trabajo, el esfuerzo, la inversión está hecha gracias a la ilusión de algunos, que hasta ahora no han recibido más que críticas. Tiempo al tiempo.
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