A favor de la pureza genética de las piezas de caza

El Consejo Internacional de la Caza y Conservación de la Fauna (CIC) tiene entre sus muchos objetivos el de fomentar una caza ética y compatible con la conservación de la naturaleza. Para cumplir con este objetivo, lleva trabajando desde hace tiempo en la redacción de una decisión donde quede plasmada su postura sobre esta materia.


Evidentemente no ha sido un trabajo sencillo, por las distintas particularidades que una declaración de este tipo debe contemplar. Finalmente ha sido en Madrid, durante la última reunión de su Consejo, donde ha quedado definitivamente aprobada la declaración en la que el CIC se pronuncia abiertamente a favor de la implantación de rigurosos mecanismos de control para evitar que las distintas especies cinegéticas puedan ser objeto de todo tipo de manipulación, incluida la genética, encaminada a obtener mejores trofeos, y rechazando la homologación de trofeos procedentes de animales que hayan sido objeto de este tipo de manipulación. La hibridación artificial de distintas subespecies, su cría artificial en cercones, o su manipulación genética, han sido y siguen siendo una práctica habitual para conseguir unos trofeos que con toda probabilidad nunca se darían en animales no manipulados. Este tipo de prácticas puede tener consecuencias perjudiciales para los animales salvajes, perdiendo su pureza genética y llegando a producirse la desaparición de determinadas subespecies por hibridación. Esta postura del CIC no es nueva, y de hecho, hace unos años rechazó homologar oficialmente un trofeo de ciervo cazado en Bulgaria, que hubiera sido el récord mundial de la especie, al descubrirse que había sido criado en un pequeño cercado en Austria y trasladado posteriormente a Bulgaria donde un cliente había pagado una importante cantidad de dinero por matarlo. De hecho el CIC mantiene que nunca tendrá la consideración de récord mundial un trofeo procedente de una finca cercada, con independencia de su superficie. En España, la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza Mayor lleva años imponiendo un análisis genético a los trofeos de ciervo que alcancen una determinada puntuación y a todos aquellos en los que pudiera existir duda sobre su procedencia. Este análisis genético tiene por objeto evitar que se introduzcan en nuestro país ciervos procedentes de Centroeuropa y que se hibriden con nuestro ciervo español (Cervus elaphus hispanicus), cuya consideración como subespecie está ya reconocida. También en la caza menor los cazadores españoles han contribuido a la conservación de la pureza genética de nuestras especies. Así, la Fundación FEDENCA lleva financiando desde hace años un estudio para determinar la pureza genética de nuestra perdiz roja y evitar su hibridación con otras perdices procedentes de otros países. Mi enhorabuena al CIC por haber adoptado esta importante decisión, no exenta de polémica, y que hará que poco a poco alcance el lugar que le corresponde dentro de la UICN, el organismo internacional de mayor relevancia en lo que a la conservación de la naturaleza se refiere.
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