Demasiadas normas

Leía hace unos días un artículo muy significativo y que podríamos extrapolar inmediatamente al mundo de la caza. Decía el escritor que «bastaría una simple contabilización del número de páginas que se publican en España conteniendo normas con rango de Ley para llegar a una conclusión elemental: estamos ante una superproducción legislativa de tal tamaño que no puede conducir sino a la confusión generalizada y a la contradicción entre unas y otras normas».


Una diarrea legislativa que nos puede llevar a la tumba por deshidratación. Pero qué van a hacer 17 parlamentos, sino leyes. Y, lamentablemente, los que practicamos la actividad cinegética vivimos esta situación en primera línea de fuego. Tantas órdenes de veda, tantas leyes de caza, tantas disposiciones, tantas prohibiciones, tantas sanciones y, sobre todo, tanta incongruencia. Se conculcan los más elementales derechos, no se acepta que todos los españoles seamos iguales ame la ley… según donde estemos, podremos cazar tranquilamente o nos caerá el fuego eterno encima de nuestras cabezas. Andrés Gutiérrez, presidente de la Real Federación Española de Caza, que tendrá su asamblea en este mes de mayo, viene clamando, al frente de todos los cazadores, pero al parecer en el desierto, por una armonización de las normas de caza en nuestro país, una unificación de criterios, alguna fórmula para no tener que sacar tantas licencias como comunidades autónomas. Como se ha visto recientemente con el Reglamento de Armas, cuyo borrador ha sido modificado ante las miles de alegaciones presentadas, sólo con la unión y la fuerza de un colectivo cohesionado, ilusionado y dispuesto a llevar adelante sus reivindicaciones se puede conseguir algo.
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