Con mis disculpas

Han transcurrido casi tres meses desde el histórico 1 de Marzo y, salvo de aquella primera y aparentemente positiva reunión en el Ministerio nuevo, no se han facilitado noticias de que se haya avanzado lo más mínimo, ni tan siquiera de que se hayan reunido nuevamente ni de que esté previsto hacerlo en fechas próximas.


Supongo que ahora estarán más ocupados y preocupados con las elecciones internas que en cualquier otra cosa de interés general, sin tener en cuenta que SUS elecciones ni nos afectan ni solucionan los problemas que había que solucionar y que motivaron la pasada manifestación. Igualmente se publicaron unas sorprendentes declaraciones del Presidente de la RFEC sobre la creación de la FEC dedicada solamente a la caza y con participación directa de los cazadores que tampoco han tenido contestación ni continuidad. Ahora terminan de publicarse las declaraciones del candidato a la presidencia de la RFEC Ignacio Valle, actual presidente de la Federación Cántabra de Caza, en las que deja muy claro su carácter continuista, que las directrices de la RFEC las marcan las autonomías, que la caza es un deporte, que la RFEC está para organizar competiciones deportivas, para llevarse lo mejor posible con los ministerios de los que depende, y que los presidentes autonómicos no se van a hacer el “harakiri” para que la RFEC se adapte al programa pro-caza del actual presidente y al nuevo sistema de elección de representantes en el que los cazadores se pueden ver más integrados. Parece ser que uno quiere hacer cambios importantes y el otro quiere el sillón y dejar las cosas más o menos como están. Y lo que queremos los cazadores ¿es que no les importa? Nos estamos aproximando a la apertura de la media veda, y no se sabe nada sobre lo que se va a poder cazar, ni cómo, ni dónde. Luego vendrán las prisas e incluso la anunciada convocatoria para otra manifestación, pero me pregunto ¿con qué fuerza moral se va a convocar si es que finalmente se hace? ¿Quienes participarán en esta ocasión? ¿Dónde quedó el espíritu de La Castellana? ¿Es que nadie imagina lo que más de un millón de cazadores bien liderados pueden conseguir? Ante la gran oportunidad desaprovechada solo veo dos caminos: Llorar como hizo Boabdil al marchar de Granada, o encontrar a alguien capaz de liderar una nueva nave que nos saque de la tempestad y fije el rumbo hacia un buen puerto. Y esa nave no parece que vaya a ser la RFEC ni sola ni acompañada por las Federaciones Autonómicas, así que se hace necesario construirla y encontrar a los tripulantes más idóneos para esta aventura. El voto de confianza que públicamente le di a la RFEC, efectivamente fue propio de un iluso. Me venció el espejismo del cambio positivo y me avergüenzo por ello.
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