¡No hay codornices este año!

El día 1 de agosto me llamó mi buen amigo y gran cazador Manuel Bajo Herrero, de Saldaña (Palencia), para decirme, extrañado, que no había codornices este año ni en los santuarios de siempre. Por desgracia, no fue el único de los que NO venden tarjetas ni van por la vida de figurones en busca de intereses económicos de todos conocidos o de egos que no tuvieron en su vida académica o laboral.


Mi modesta opinión es el cómputo de todo el este y la mitad norte de España, y aun así, no es un tamaño de muestra válido. Pero soy de la opinión que: «vox populi, vox Dei».
Ni quiero guerras ni tengo interés en contradecir a nadie, más bien al contrario, pues he leído, con estupor, cómo se pronuncian conocidos y amigos míos por meros intereses que se traducen en egos o en euros. Me da igual y lo siento por ellos. Bueno, lo siento por ellos como personas, pero no como instituciones, pues si se mal informa y se engaña al colectivo, dejan la escopeta. Es más, si los culpables del laboreo y de la química agraria ven que encima les dan la razón nuestros prebostes, al año siguiente aumentarán la proporción y la desolación será mayor. LOS FALSOS PROFETAS Hay alguno que me contradice sin darse cuenta de que él pregunta a las élites tóxicas de la caza y yo a los que, como yo, cazan. Hay bobalicones que se han creído investidos de la ciencia infusa y sueltan unas peroratas parecidas a los sermones de Fray Gerundio de Campazas (alias Zotes). O sea, aburren al lector para no decir nada. Y encima, los muy sinvergonzones, adoptan poses de sabios con datos: ajenos, trasnochados y sesgados. Datos con los que se vistió el santo en épocas pretéritas.
LOS QUE METEN MIEDO Se me acusa, sin razón, de que con mi prédica estoy dando la razón a los ecologistas que quieren cerrar la media veda tal y como ya lo han iniciado en Castilla-La Mancha, Valencia, e incluso en Euskadi y Navarra. Eso es mentira. Y ya me he pronunciado en diferentes ocasiones diciendo que si en España cumpliésemos con nuestra obligación para con las aves esteparias y se prohibieran los aquerecenciamientos de tórtolas y torcaces en el sur, España sería un hervidero de aves susceptibles de ser cazadas durante la media veda. Los ecologistas tienen abogados y hasta párrocos. Nosotros tenemos un sanedrín federativo dividido y mil cabezas de ratón queriendo hacer planes de gestión y comercio en general so pretexto de salvarnos, cómo no, de la actual coyuntura federativa. Lo malo es que algún medio de comunicación se ha especializado en la política venatoria de: despachos, traiciones, corruptelas y malas acciones, lo que no diferencia en nada a los unos de los otros.
¡EN ALGÚN SITIO HABRÁ CODORNICES ESTE AÑO! No lo dudo. Es más, lo aseguro. Las codornices hartas de micro migrar por España soportando accidentes climátológicos inherentes a la sequía, a las olas de calor, a la diversidad de cultivos y a la cosecha adelantada, se van para el centro de Europa si les quedan fuerzas, de lo contrario se quedan concentradas en diferentes lugares de España que no vienen a cuento. Pero en el caso que termino de exponerles, es como si se inundara La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) y Fuente Andrino (Palencia). Son dos inundaciones (virtuales, por supuesto) tremendas (sin lugar a dudas), pero no se pueden extrapolar a toda España. ¡ÁNIMO! Los perros de caza no se pueden sacar al campo, mientras que el resto, educados o cimarrones, campan a sus anchas. La media veda es buena para campearlos.
Lo fundamental en la media veda es que trabaje el perro y que por lo menos esté a su albedrio en el campo. Además, dado que las codornices se estarán moviendo sin obedecer a esas reglas que dan sabios tales como: «el licenciado Libruno, que escribió un libro para todos y no se lo leyó ninguno» debemos dejarnos llevar de nuestra intuición y a lo mejor pillamos algún paso. Persistamos y huyamos de los falsos profetas, quienes al día siguiente de la desveda de la media veda han tenido la cara dura de publicar que las codornices estaban concentradas en no sé dónde y que el año es muy bueno por el hecho de que un lugareño y sus mariachis han llenado medio saco. - Ojo con las codornices de granja soltadas sin permiso, que está penado. - Ojo con los aparatos digitales, que están prohibidos y muy sancionados. - Ojo con meterse en los frutos sin cosechar, que multan tanto si se mete el dueño, como si se meten los perros. - Ojo con las concentraciones y pasarse del cupo. - Ojo con no recoger las vainas de los cartuchos, pues si no se llevan en el macuto, la denuncia es segura. NOTA: He escrito este post deprisa y aprovechando, pero como tengo datos y me los voy a procurar a conciencia, hipervincularé a lo que escribieron unos y a lo que dijeron después. E incluso les hipervincularé a lo que dijeron los cobardes que ahora callan. Dicen que van a hacer… «lo de todos los años». Fuegos de artificio para que no les descabalguen del machito. Ellos tienen que vender a sus amos que nos tienen bajo la bota a los cazadores. Ahora estoy cansado de cazar con resultados meramente testimoniales y aquí me faltan medios, pero esto no lo voy a dejar así aun cuando me insulten los cobardes y miserables a sueldo fijo.
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