Mi admirado José Miguel Montoya Oliver:
Aun cuando lo he repetido muchas veces, yo, al lado de José Miguel Montoya Oliver, soy un aprendiz de monaguillo. PUNTO.
José Miguel Montoya Oliver es doctor ingeniero de montes, catedrático y un autor prolífico conocido en todo el Mundo. Es cazador. Es uno de los nuestros. Siempre ha defendido las causas de los humildes tanto desde su magna obra, hasta su presencia en lo nuestro para arrimar el hombro en agricultura, ganadería y montes, cuanto si más en caza y pesca.
Tú bien sabes, José Miguel, que en muchas cosas nos debemos de callar por una consideración que quienes se benefician de ella, no tienen consideración para con nosotros. Y en lo profesional, sigo siéndolo por encima de todo. Pero ante hechos palmarios uno salta. Y más ahora, que estoy en mi casa de Saldaña tras de la becada. Veo el panorama rural que hay y el que se avecina a los míos, y uno, querido profesor, se rebela. Yo, cuando estoy por aquí, mi tierra y la de todos mis antepasados, salgo mucho al campo a cazar, por supuesto, pero los días no hábiles so pretexto ahora de los berros o de la fotografía, pongo por caso, estoy muy orgulloso de ser uno más cuando entro en la cantina de cualquier lugar aun cuando no libe como ciertos sujetos de la RFEC. Para mi gente seré siempre el hijo de tal y el nieto de fulano. De eso, y que Dios me perdone, presumo pero cuando veo la situación de mi Castilla la Vieja, siento: dolor, impotencia, nostalgia, rabia, odio y un montón de cosas más que me hacen saltar. Pues sus heridas me duelen a mí tanto como las mías a ellos.
Vaya, siento lo de Arias Cañete. Qué conste que me gustó verle al lado de la ya casi extinta MESTA. Y ayer, que fui con mi mujer a Potes por Guardo y vine por Cervera de Pisuerga, paré en uno de esos bares (cantinas) y entablé conversación con un paisano de edad incalculable que me habló de la Mesta de antaño por aquellas tierras. Fue un detalle el de don Miguel, pero a caballo … Tal vez personalice los males del mundo rural en él cuando, posiblemente, el margen de maniobra que le han dejado los partidos anteriores sea pequeño. Si es cazador y monta a caballo (cosa que yo también hago como reminiscencia de mi niñez), por lo menos siente lo nuestro, que al lado de doña Cristina, será un señor MINISTRO.
Es para mi todo un honor que hayas escrito aquí una aportación que vale más que lo que yo he escrito.
MUCHAS GRACIAS
Miguel Ángel Romero Ruíz -
Mi admirado José Miguel Montoya Oliver:
Aun cuando lo he repetido muchas veces, yo, al lado de José Miguel Montoya Oliver, soy un aprendiz de monaguillo. PUNTO.
José Miguel Montoya Oliver es doctor ingeniero de montes, catedrático y un autor prolífico conocido en todo el Mundo. Es cazador. Es uno de los nuestros. Siempre ha defendido las causas de los humildes tanto desde su magna obra, hasta su presencia en lo nuestro para arrimar el hombro en agricultura, ganadería y montes, cuanto si más en caza y pesca.
Tú bien sabes, José Miguel, que en muchas cosas nos debemos de callar por una consideración que quienes se benefician de ella, no tienen consideración para con nosotros. Y en lo profesional, sigo siéndolo por encima de todo. Pero ante hechos palmarios uno salta. Y más ahora, que estoy en mi casa de Saldaña tras de la becada. Veo el panorama rural que hay y el que se avecina a los míos, y uno, querido profesor, se rebela. Yo, cuando estoy por aquí, mi tierra y la de todos mis antepasados, salgo mucho al campo a cazar, por supuesto, pero los días no hábiles so pretexto ahora de los berros o de la fotografía, pongo por caso, estoy muy orgulloso de ser uno más cuando entro en la cantina de cualquier lugar aun cuando no libe como ciertos sujetos de la RFEC. Para mi gente seré siempre el hijo de tal y el nieto de fulano. De eso, y que Dios me perdone, presumo pero cuando veo la situación de mi Castilla la Vieja, siento: dolor, impotencia, nostalgia, rabia, odio y un montón de cosas más que me hacen saltar. Pues sus heridas me duelen a mí tanto como las mías a ellos.
Vaya, siento lo de Arias Cañete. Qué conste que me gustó verle al lado de la ya casi extinta MESTA. Y ayer, que fui con mi mujer a Potes por Guardo y vine por Cervera de Pisuerga, paré en uno de esos bares (cantinas) y entablé conversación con un paisano de edad incalculable que me habló de la Mesta de antaño por aquellas tierras. Fue un detalle el de don Miguel, pero a caballo … Tal vez personalice los males del mundo rural en él cuando, posiblemente, el margen de maniobra que le han dejado los partidos anteriores sea pequeño. Si es cazador y monta a caballo (cosa que yo también hago como reminiscencia de mi niñez), por lo menos siente lo nuestro, que al lado de doña Cristina, será un señor MINISTRO.
Es para mi todo un honor que hayas escrito aquí una aportación que vale más que lo que yo he escrito.
MUCHAS GRACIAS
Miguel Ángel Romero Ruíz -
Mi querido amigo Don Miguel Ángel Romero:
Sí, todavía está viva la Mesta (gracias a Dios), entre nosotros, en nuestros corazones, en nuestra legislación, y en nuestro pastoralismo tradicional ¡Incluso en nuestro futuro!
Te paso una lección sobre la misma, incluida en la asignatura obligatoria que sobre pastoralismo imparto en la Escuela de Ingenieros de Montes de Madrid. Seguro que te va a divertir y que tendrás muchas vivencias que añadir. Aún les queda vida a nuestras tradiciones y a las universales aportaciones del universo rural español. Pero hay que seguir en la lucha, sin complejos y orgullosos de ser quienes somos.
Sale todo muy mal "organizado" y por lo que sea además falta un plano, pero bueno... ¡Menos da una piedra!
Un abrazo. Miguel Montoya
A.3. LA MESTA Y LA LEGISLACIÓN PASTORAL ESPAÑOLA
Antecedentes y legislación. La Mesta
¿Por qué?
1. Pese a su desaparición práctica, tres razones siguen haciendo aconsejable para el pastoralista el estudio de la trashumancia en general y de la Mesta en particular:
a. Conocer el marco espacial y legislativo en el que se enmarca hoy el pastoralismo en España.
b. Apreciar los conocimientos pastorales propios de nuestras culturas autóctonas, y valorar sus posibilidades de cara al futuro.
c. Conocer las oportunidades y realidades de empleo para el pastoralista en esta materia concreta.
Bosquejo histórico
2. Los primeros antecedentes de la trashumancia se remontan al tiempo de los iberos. Más tarde, en algunas ermitas se celebraban mestas, en las que se repartían las ovejas perdidas, o reses mostrencas, y se trataban otros asuntos de interés común. Mesta significa “reunión de pastores”. Se tiene constancia histórica de Mestas (o ligallos o juntas como también se llaman), desde antes de la llegada del Islam: desde los reyes godos.
3. Cuando hoy decimos Mesta, nos referimos al “Honrado Concejo de la Mesta de Pastores”, creado finalmente con tal nombre por Alfonso X “El Sabio” en 1.273. Otras organizaciones similares existieron en otros reinos de España (Aragón, Navarra, Valencia). La Mesta era pues la organización de Castilla. Por tanto no toda la trashumancia es mesteña. La Mesta era la organización de Castilla. La Casa de Ganaderos la de Aragón. También Navarra tenía sus organizaciones (facerías internacionales, Bardenas Reales...)
4. El ganado trashumante era merino. El resto del ganado ovino, el estante, era churro. Los beréberes benemerines parecen haber sido los importadores de las ovejas merinas, de lana blanca y fina, a principios del siglo XII.
5. Había trashumancia de vacuno y cabra. Además de la trashumancia existe la de menor alcance o transterminancia.
6. En 1.836 se refundieron todas esas organizaciones en la “Asociación General de Ganaderos del Reino”. La desamortización comunal de 1.855 marcó su declive. En torno a 1.900 comenzó la descomposición de la trashumancia y de esta última organización.
7. La incomprensión social hacia el pastoralismo, acentuada desde las perspectivas de los forestalistas tradicionales, propició su declive.
8. En los años 1970, prácticamente desapareció la trashumancia tradicional. No obstante, aún trashuman algunos escasos ganados ovinos, normalmente en camión. También hubo y hay aún trashumancias de vacuno. Subsisten igualmente abundantes transterminancias cortas entre sierras y llanos, y montes y cultivos (rastrojeras).
Fundamentos pastorales e impacto forestal
9. El sistema pastoral mesteño se basaba en la integración entre los espacios serranos o “estivaderos”, y los espacios más cálidos de invernada (dehesas o “defesas” acotadas al libre pastoreo del ganado mesteño: para pastar en ellas había que pagar); unidos entre sí por un complejo sistema de vías pecuarias.
10. Era un sistema de producción de lana fina de oveja merina, autónomo, eficaz, y plenamente sostenible, sin recurrir a aportaciones externas de materiales o energía.
11. Siendo los estivaderos los espacios limitantes (por más escasos), el sistema quedó finalmente dominado por los llamados serranos que los dominaban. Las limitaciones productivas de las sierras, los pastos de verano, limitaron el ganado de la Mesta a no más de unas 3.500.000 ovejas trashumantes.
12. La colisión de intereses con agricultores, ganaderos estantes, grandes propietarios y poderes feudales, fue una constante en la historia de la Mesta. “No le hagas mal porque es cristiano, pero no le hagas bien porque es serrano”. La ignorancia y a incuria fueron sus principales enemigos.
13. Uno de los prejuicios antimesteños que aún subsisten, versa sobre su presunta contribución a la deforestación de España. Nunca el ovino trashumante pudo agredir excesivamente al regenerado leñoso. Las ovejas no pasaban hambre y apenas ramoneaban por tanto. El buen pelo de los animales refleja siempre su buena alimentación; la oveja lanera no podía pasar necesidad nunca, para producir vellón de calidad. ¿Por qué iba a ramonear? Además, antes de la crisis del verano que obliga al ramoneo, se descargaban de ovejas las dehesas. Los mesteños, por si eso fuera poco, no eran de la cultura del fuego como los cabreros. Además, 3.500.000 ovejas nunca pudieron deforestar casi 50.000.000 de hectáreas. En realidad no eran tantas, respecto a la extensión de la que disponían, nunca hubo pues sobrecarga alguna de ganado mesteño.
El pastoreo mesteño. Aspectos técnicos
14. El producto buscado era la lana y no la carne. Incluso era perjudicial para el viaje que la merina pariera mucho o pariera doble. Los mesteños comían cerdo, como prueba de su condición de cristianos viejos. Todavía hoy la merina es poco prolífica. La calidad de su carne no se seleccionaba, en contraste con la churra; situación que persiste: el buen cordero sigue siendo el churro (lechazo).
15. Mezclar churras con merinas era mezclar lo inmiscible. Los procesos de selección genética eran muy intensos y depurados. La calidad de la lana y del ganado un orgullo. Poseían claros conocimientos de genética.
16. Realizaban, con los diferentes tipos y necesidades de alimentación de su ganado, clasificándolo, un cierto pastoreo rotacional (más bien sucesivo), en cañadas y en dehesas. Tenían pues conocimientos de alimentación animal y de ordenación racional de los pastos.
17. Se programaban los partos, uno al año y a fecha prefijada (programación de parideras). Se soltaban los machos para que la paridera se concentrara en noviembre, a poco de llegar a la dehesa. Así todavía no había corderos en el viaje de ida, y para el de vuelta estaban ya bien destetados y no constituían problema alguno.
18. Los rebaños tenían muchos machos en relación al número de hembras, y en buena parte eran castrados, pues daban lana y no daban tantos problemas como las ovejas (lo mismo se hace hoy con la lana merina en Australia). En realidad, bastaba con mantener sólo las hembras precisas para la reposición del ganado.
19. Se imponían fuertes “achaques” o multas a quien trashumara con ovejas enfermas o achacosas. La Mesta por tanto controlaba también la sanidad animal.
20. En el lenguaje de hoy diríamos que la mesta era plenamente sostenible de forma endógena, tanto en lo social, como en lo ecológico y en lo económico.
a. Ser mesteño estaba bien considerado socialmente, a diferencia de la actual consideración social de los pastores. Sus decisiones eran plenamente democráticas, hombres y mujeres tenían iguales derechos. Las contribuciones económicas eran igualitarias. Significó un fuerte freno a todo poder ajeno a la corona (nobleza e iglesia).
b. Ecológicamente era un proceso integrador (origen de fondo de la integración de España) entre espacios ecológicamente diferentes para conseguir su conservación y mejor uso, mediante el desarrollo de sinergias.
c. Económicamente fue clave para las arcas reales españolas. Durante siglos potenció nuestras exportaciones y la industria de la lana.
Funcionamiento interno
21. Anualmente se celebraban dos mestas generales, para organizar los grandes viajes trashumantes: en torno al 5 de abril y en torno al 5 de octubre.
22. A primeros de octubre, tras la Mesta General, comenzaba el desplazamiento. Hasta unos 30 días, dormidas o andaduras, tardaban en alcanzar los pastos del Sur, tras 800 kilómetros y más de recorrido. A la llegada, ya a primeros de noviembre, los pastos tiernos de la otoñada y la cosecha de montanera estaban en su mejor momento. No obstante, diversas normas priorizaban al ganado local,
al de cerda y a los humanos, frente al ovino trashumante en el aprovechamiento de la montanera (excepto acuerdo económico en contra).
23. En primavera el viaje de regreso a las sierras era más corto, porque las ovejas ya no iban preñadas, y los corderillos de noviembre, ya destetados, marchaban y comían sin dificultad alguna. En unos 20 días se conseguía regresar, tal vez con la ayuda de la llamada de la querencia para hombres y bestias.
24. Se partía hacia las sierras a primeros de mayo, y para finales de este mes llegaban a sus sierras de origen, ascendiendo el ganado progresivamente hacia los finos pastos de los puertos: a los agostaderos o estivaderos. Al llegar, y a veces incluso a lo largo del camino, se esquilaba el “vellón” del ganado. El ganado estaba sí 6 meses en dehesa (noviembre-abril), 4 en puerto (junio-septiembre) y dos en trashumancia (octubre y mayo).
25. El ganado, se protegía frete al lobo con poderosos perros mastines, desorejados y armados con carlancas. Hoy los mastines mesteños, más o menos aligerados, se mantienen aún como perros funcionales de caza en las clásicas monterías a la española; otros apacientan directamente ganados (conducidos sin pastor) e incluso algunos todavía defienden al ganado estante del lobo.
26. Los mesteños tenían a deshonra el uso de perros carea en la guía de los animales, pues el pequeño perro carea era propio de cabreros y ovejeros churros. El carea es un perro pequeño y de pelo duro. Seleccionado por su inteligencia, como compañía, y como apoyo del pastor, existen en España diferentes razas de careas, bastante similares entre sí: que coman poco, que sean fuertes y que sean listos.
27. Los merinos protegían a los mesteños y sus entregadores a sus cañadas.
28. El ganado merino se guiaba con machos castrados (en general) o cabras-guía (peculiaridad de la “cuadrilla” soriana). La guía resulta siempre esencial con un ganado trashumante y, por tanto, sin querencias conocidas. No todo eran grandes rebaños (Granda, Infantado y El Paular llegaban a las 40.000 ovejas), también había hatos, manadas y pastorías; integrados frecuente como escusas en otros mayores. Algunos cabreros y vaqueros, también trashumantes, se integraban minoritariamente en la Mesta.
29. Los pagos por paso en los puertos (portazgos) financiaban íntegramente la organización, que para nada dependía de los poderes públicos.
Causas y efectos ambientales de la desaparición de la trashumancia
30. La mejora de las condiciones de vida de los pastores, la decadencia en España del mercado de lanas finas, el transporte mecanizado, y sobre todo el abaratamiento de los piensos, han propiciado finalmente la decadencia de la trashumancia y de la oveja merina (en España que no en Australia), y la aparición de una ganadería fundamentalmente distinta y estante.
31. Los principales efectos ambientales de estos cambios han sido:
a. Aparición de fenómenos de fosilización forestal, con pérdida de las posibilidades de regeneración del arbolado.
b. Mayor consumo de materiales, energía, abonos y pienso; en consecuencia mayor grado de dependencia del exterior. Todo ello acarrea que nuestros sistemas pastorales sean hoy mucho menos autónomos y sostenibles que antaño.
c. Deterioro de las tradiciones, conocimientos y culturas pastoriles ancestrales.
d. Simplificación notable de los ecosistemas y de su integración geográfica global.
e. Abandono de la ganadería en zonas y puertos de montaña, situaciones en las que la ganadería estante se hace difícil, al ser demasiado corto allí el periodo vegetativo y excesivo por tanto el periodo de complementación y sus inevitables costes.
Marco espacial legislativo. El pastoralismo en la historia, la cultura y el paisaje español
Representación esquemática de un término municipal típico en España
DEHESA CERRILDEHESA DOMADADEHESA PRIVADADEHESA PRIVADAVIÑASPRADOS DE GUADAÑACAMPOS DE PAN LLEVARHUERTASLIBRE DEL TÉRMINOVÍA PECUARIAVÍA PECUARIAVÍA PECUARIALIBRE DEL TÉRMINO
32. Paisaje pastoral básico. Entre las "cinco cosas prohibidas" al libre pastoreo del ganado de la Mesta (dehesas, viñas, huertas, prados de guadaña, y campos de pan llevar) se deslindaban las diferentes vías pecuarias (cañadas, cordeles, veredas, y elementos anexos) por las que transcurría el ganado durante sus desplazamientos. En todo lo demás "lo libre del término" podían pastar las ovejas libremente (las churras estantes y las merinas trashumantes), por lo que no se deslindaban cañadas de tránsito. En el término municipal aquí representado, parte de las dehesas fueron desamortizadas y vendidas, y son hoy grandes fincas privadas. El pueblo conserva aún dos dehesas (hoy o MUP o Montes de Propios), una tradicionalmente para el ganado de carne (abasto) la "Dehesa Cerril" y la otra, más cercana al casco, para el ganado de trabajo "Dehesa Domada" (o "Dehesa Boyal"). Las vías pecuarias se rigen hoy por la "Ley de Vías Pecuarias", el pastoreo en lo libre y campos tras la cosecha por la "Ley de Pastos, Hierbas y Rastrojeras", las dehesas, públicas o privadas, por la "Ley de Montes" y, en las particulares además de por Ley de Montes por contratos privados.
Ley de vías pecuarias
33. Origen. Tiene su origen en la trashumancia tradicional. La conservación de las vías pecuarias, y la libre y segura circulación por ellas, eran vitales para los merineros. Los llamados entregadores (topógrafos) las deslindaban, cuando pasaban entre alguna de las cinco cosas prohibidas. Fuera de ellas el ganado podía circular y pastar libremente. Por esto, porque en realidad no hacía falta, la mayor parte de las vías pecuarias no se deslindaron nunca, y esa ardua tarea todavía no ha concluido, siendo frecuente en nuestros días el intrusismo y hasta la completa desaparición de algunas de ellas.
34. Definición. Las vías pecuarias están definidas por la Ley de Vías Pecuarias como: “Bienes de dominio público, inalienables, imprescriptibles, e inembargables, cuya titularidad corresponde a las Comunidades Autónomas”.
35. Gestión. Su gestión técnica se concentra, conforme al mandato de dicha Ley, en:
a. Defender sus límites, mediante deslindes y amojonamientos.
b. Gestionar las diferentes ocupaciones autorizadas (mediante establecimiento de un canon valorado) y las posibles modificaciones de su trazado (permutas y valoraciones).
c. Promover nuevos usos, compatibles y complementarios.
d. Reducir las diferentes intrusiones y ocupaciones preexistentes.
36. Composición. La red de vías pecuarias está compuesta por:
a. Cañadas reales, con no más de 90 “varas”, es decir, 75 metros (Una vara = 0,83 metros). Suele usarse frecuentemente el término cañada como sinónimo de vía pecuaria.
b. Cordeles, con la mitad de anchura, no más de 45 varas (37,5 metros).
c. Veredas, aproximadamente la mitad de las anteriores, con no más de 20 metros.
d. Elementos anexos: coladas, abrevaderos, descansaderos, prados, majadas... Después de todo, los animales no sólo andaban a lo largo de las mismas, y era necesario asegurar su subsistencia: comida, agua, refugios...
Leyes de pastos, hierbas y rastrojeras
37. Origen. Aparte de las herencias merineras (trashumantes), de nuestras también relevantísimas tradiciones locales churras (estantes) hemos heredado modelos ejemplares de integración y uso comunal de la tierra, solidario y compartido por el pastoreo y la agricultura. Gracias a esos modelos pudo practicarse y se practica aún el pastoreo en amplias zonas de España con agricultura minifundista. No es igual la situación en otros países cristianos que no gozan de una herencia cultural similar.
38. Integración y composición. Se trata de las llamadas en el campo tierras "libres". La denominación usual de "libre" se opone tradicionalmente a la "dehesa", defesa o prohibido. En ellas el pastoreo se rige por las Leyes de Pastos, Hierbas y Rastrojeras, leyes autonómicas que regulan la administración y ordenación de los recursos pastables en los términos municipales. En principio son recursos pastables todos los existentes en el término municipal que puedan servir para la alimentación del ganado de pastoreo, con independencia de la propiedad del suelo.
39. Proyectos de ordenación. Los Proyectos de Ordenanzas Locales de Pastos se redactan en cada término municipal por, o para, las Comisiones Locales de Pastos y similares. Desdichadamente no está prevista aún la asistencia de técnicos pastoralistas en el proceso, lo que hace muy cuestionable la sostenibilidad de los modelos así diseñados (discriminación social, pérdida de ingresos, incompatibilidades ambientales, desintegración de usos múltiples...).
40. Instrucciones de ordenación. Las ordenaciones pastorales, conforme a estas leyes deben fijar como mínimo:
a. Espacios. Las condiciones para la exclusión de tierras del aprovechamiento comunal a lo largo del año pastoral (que se inicia a 15 de mayo). En principio todo el término es pastable, aunque se excluyen (lógicamente):
o Los montes de utilidad pública.
o Las fincas ganaderas viables (las que puedan mantener por sí solas el denominado “rebaño mínimo”).
o Transitoriamente los cultivos con cosecha pendiente.
o Los cultivos incompatibles con la práctica del pastoreo.
o Los terrenos cercados. Toda propiedad puede ser cercada, conforme al Código Civil. Paradójicamente el propietario que cerca sus tierras, conserva sin embargo sus derechos sobre los pastos comunes.
b. Tiempos.
o Derrota de mieses. Se entiende por tal la fecha para entrar el ganado en los campos de cereal. Tradicionalmente al acabar las labores de acarreo, trilla y espigado a 15 de agosto. Hoy se autoriza una entrada más temprana en razón de las cosechadoras, con claro impacto negativo sobre la fauna cinegética y esteparia.
o Plazos para levantar las cosechas (alzado o quema de rastrojos). Una quema o un alzado demasiado tempranos significan un claro perjuicio pastoral y también para la fauna asociada a las rastrojeras.
c. Ordenación: especies, cargas, tasación, sistema de adjudicación, derechos de los ganaderos locales, rebaño base local (entre 30 y 90 UGM), cupos individuales, plazos de aprovechamiento, acotamientos temporales, admisión de trashumantes, condiciones sanitarias, infraestructuras, mejoras pastorales, y régimen sancionador.
El pastoreo en los montes públicos
41. Pliegos de condiciones. El pastoreo en los montes públicos, propiedad de ayuntamientos, estado, comunidades autónomas y similares, está sujeto a gestión forestal. Se adjudica bajo los siguientes tres tipos de pliegos:
a. Generales que regulan todos los aprovechamientos de los montes de propiedad pública (madera, caza, setas, pastos, corchos, etc.).
b. Especiales de Pastos que regulan específicamente los aprovechamientos de pastos.
c. Particulares que regulan los aprovechamientos de pastos en cada monte concreto. Estos últimos se concretan mediante los proyectos de ordenación de pastos: superficies, especies, cargas, periodos, tasaciones… Deberían ser los Pliegos de Condiciones de los Proyectos de Ordenación Pastoral.
42. Tipos de pastos. A efectos de adjudicación se distinguen: los de libre contratación y los vecinales.
a. Los de libre contratación por la entidad propietaria (Comunidad Autónoma, Ayuntamiento...) se adjudican a explotaciones ganaderas propiamente dichas. Mediante: 1/ adjudicación propia, a favor de la entidad propietaria (ganado dicho “vecinal” o ganado propio), 2/ en pública subasta, o 3/ en adjudicación directa. Sobre todo en los de propiedad municipal, suelen practicarse entre otras ventajas derechos de tanteo en favor de los vecinos del término, lo que de hecho y salvo mejor tasación técnica, elimina la competencia en las subastas, salvo en casos de sobrantes de pastos. Consecuentemente se trata frecuentemente de pastos muy económicos, y sostenibilidad cuestionable en lo social, ecológico y económico.
b. Los vecinales son usos directamente realizados por los lugareños. En su origen pretendían cubrir unas necesidades familiares mínimas en tiempos de extrema pobreza y precariedad. El adjudicatario, en este caso, es la misma entidad propietaria en representación de sus vecinos. Por los cambios socioeconómicos habidos, están hoy en extinción.
43. Mejoras, fianzas y licencia. Del precio finalmente pagado, y en todos los casos, se detraen las tasas oficiales (servicios técnicos) y un 15 % para el fondo de mejoras en el mismo monte. Se retiene además como garantía un 4 % de fianza durante todo el aprovechamiento (2 % previo depositado en fase de licitación y un 2 % complementario tras la adjudicación). No se emite licencia de aprovechamiento sin el previo cumplimiento, como mínimo, de estos requisitos y de otros que se determinen en los Pliegos de Condiciones.
44. Montes de propios y similares. No todos los montes usualmente llamados “públicos” son montes catalogados sujetos a estas normas y Pliegos de condiciones. Existen montes que son de los vecinos a título particular, y que se rigen por normas privadas; al menos mientras no se cataloguen. Muchos montes hoy catalogados tuvieron este origen, algunos voluntariamente, los más por expropiación de los derechos de vecinos en favor del Ayuntamiento (desde los particulares a la institución). No deben sorprendernos las especiales circunstancias de la gestión en muchos montes públicos, en particular en zonas de montaña alejadas y en áreas minifundistas. Catalogarlos, permite la inversión pública en ellos, una ventaja muy valorada en nuestros días.
El pastoreo en dehesas y fincas privadas
45. Dehesas y fincas. Cuando no están catalogadas sino que son de propiedad privada, en las tradicionales "dehesas" y en las grandes fincas a ellas asimilables (con rebaños superiores al mínimo: rebaño base local), el pastoreo se regula básicamente por la voluntad de sus propietarios y conforme a la legislación general (derecho privado).
46. Pastos y montaneras. En la mayoría de los casos se aprovechan los pastos con ganado o caza propios. En otros casos se procede al arrendamiento. Suelen separarse los pastos herbáceos de la montanera, cuando esta última existe. A veces se separa también el aprovechamiento ganadero del de la caza. La ordenación desintegrada de estos recursos suele generar daños ambientales, en especial sobre la regeneración de los estratos leñosos.
a. Hoy las administraciones públicas, estatales y autonómicas, intervienen en ellas especialmente en:
1. Aspectos sanitarios (veterinaria).
2. Mediante el complejo y variable sistema de subvenciones públicas (agricultura).
3. En lo que concierne al arbolado y a la Conservación, intervienen los servicios forestales y medio ambientales.
b. En el futuro es esperable que las subvenciones de base ambiental exijan la ordenación del pastoreo en tierras privadas: probar técnicamente la sostenibilidad (ecológica, económica y social) del aprovechamiento, como condición previa para la percepción de ayudas y subvenciones.
Oportunidades laborales
47. Al amparo de la normativa vigente, y dejando a un lado las oportunidades laborales relacionadas con la investigación, la docencia, la gestión directa de los pastaderos y sus ganados, y otras, las principales oportunidades de actuación profesional para el pastoralista forestal son:
a. Las actividades relacionadas con las vías pecuarias, que están previstas por la Ley de Vías pecuarias y que se ejecutan a través de los servicios forestales.
b. Las relacionadas con la ordenación de los aprovechamientos pastorales de los términos municipales previstos en la Ley de Hierbas, pastos y Rastrojeras. Aspecto poco desarrollado profesionalmente hasta hoy.
c. El manejo de los aprovechamientos de pastos en los montes bajo gestión pública. Tal vez la principal actividad hoy del pastoralista forestal en los servicios oficiales correspondientes. Muy abandonado en nuestros días.
d. La ordenación y gestión del pastoreo en las fincas de propiedad privada. Aspecto poco desarrollado hasta hoy, pero con enormes perspectivas inmediatas por razón de los nuevos modelos de la PAC.
Mi querido amigo y compañero “j.cazador”, en primer lugar, muchísimas gracias por tus deferencias para con éste tu seguro servidor. Pero antes de nada, te ruego que en lo sucesivo me trates de tú. Yo me he tomado esa libertad, que espero sepas disculpar.
Si ambos estamos apegados a la tierra, qué lo estamos, lo presiento. Ambos la hemos sufrido de una u otra manera. Ambos la seguimos sufriendo por puro amor hacia ella. Ambos nos asimos a la caza como una forma de acercarnos a la naturaleza sin alharacas ni formulas magistrales. Ambos sabemos que la caza y la pesca son unos indicadores fidedignos de la salud de lo que amamos sin paliativos. Su dolor, es nuestro dolor. Por eso estamos unidos. Por eso ha llegado la hora de decir basta a quienes nos están chuleando y acosando sin miramiento alguno. Los “cojotécnicos” tienen que estar a nuestro servicio y no nosotros al de ellos.
Lamento que difieras de mí en lo de la RFEC y la verdad es que tus sentidas y sinceras palabras me han hecho meditar en profundidad sobre el asunto. Y NO LO TENGO A MENOS. Te mentiría si no te dijera que en esta misma web contesto a mi admirado José Luis Garrido Martín, quien fuera presidente de FEDENCA, EN SU DÍA DE LA federación Castellana de Caza y de la de Valladolid. No te sería sincero si no te dijera que mantengo la amistad con Lesmes Peña Hurtado, quien fuera presidente de la RFEC antes de Manuel Andrade Cristóbal. Fui cuatro años asambleísta y … vi a la RFEC bajo otro prisma que desconocía. Pues hubo un tiempo en el que tuve posibilidad de ayudar y se organizaron varios campeonatos, semifinales, memoriales y hasta un Mundial de caza en Vitoria-Gasteiz, que es donde vivo y donde al estar muy arraigados mis hijos y mi mujer, pues yo también lo estoy (quiero -por encima de todo- a la Tierra donde nací, pero no renuncio al profundo amor que profeso a Euskadi ). Ayudé a la RFEC incondicionalmente. No recibí jamás ni un euro. Y … no sólo les facilité los campeonatos, no, propicié intercambios profesionales a niveles oficiales. Me desviví por ellos. El pago fue que a punto estuvo un cierto sector de herirme profesionalmente por un tema baladí que algún día publicaré.
En la cúpula de la RFEC hay gente buena, como en todos los colectivos, pero a veces me parece que ésta es la excepción que confirma la regla. Mira, como sabrás, estoy de forma asidua en calidad de colaborador en el programa de caza de ABC – PUNTO RADIO – de Marcelo Berdeja). Pues bien. El otro día entrevistamos al presidente de la RFEC (Andrés Gutiérrez Lara). En un principio fui bronco y me enfadé en directo, cosa de la que me arrepiento, pero rápidamente me di cuenta de que en un medio generalista no hay que dar tres cuartos al pregonero. Tal vez esté pecando un poco de eso y tomo nota al venir de una persona como tú. Pero es evidente que esto tenemos que arreglarlo sea como sea y pronto. Pero ojo, que no aprovechen la ocasión para entrar en el redil ciertos lobos disfrazados de ovejas. Qué no nos vengan esos “cojotécnicos” que tiempo tuvieron y no han hecho otra cosa que presumir de sus contactos en la administración su buen rollito con los “ecolojetas” y timar descaradamente a un batallón de corderos que creían manejar a su antojo con cuatro ¿estudios? Que no resistirían la más mínima auditoria técnica y económica. No. Tenemos que ceder el testigo a esa gente formada y buena, qué la hay. Huyamos de los salvadores. Cedamos y motivemos a una juventud que lleve con orgullo la antorcha que nos han ido cediendo miles de generaciones viejas.
Otra cosa, por mi proximidad durante toda mi vida a la administración, tengo que decirte que tenemos a los mejores hombres y mujeres del mundo con una formación y una bondad digna de encomio. Pero para hacer lo que hacen los “presuntos”, les arrinconan sin miramiento alguno.
UN ABRAZO Y MUCHAS GRACIAS POR TU SINCERIDAD.