Pésima gestión de la tórtola turca

Desde entonces, no se me va de la cabeza la posible gestión de las aves migratorias, cosa que en España es una quimera propia de ignorantes que ignora sistemáticamente el saber empírico. Y lo que es peor, no se me van de la cabeza las burradas que so pretexto de verdaderas imbecilidades se han cometido y se están cometiendo en España. Por todo ello me permito la arrogancia de tratar, muy someramente, esa y otras posibilidades de castellano viejo que caza, pesca y ya está dejando muchas cosas en la cuneta, pero no la razón (por el momento) que nos enriquecería a todos y sobraría madre en aras de enriquecer ese turismo gastronómico que imitando a Cagliostro nos hace gastar el dinero y tiempo de los que carecemos.

Aquí no ha cambiado nada… «En España, de diez cabezas, nueve embisten y una piensa». Lo que ya no es de recibo es que dirija una federación provincial, regional o… Nacional un señor que ganó el campeonato de San Apapucio bendito de su pueblo. Con ese bagaje canino no se puede llegar lejos aun cuando en España sea «santo y seña». Lo que ya no se puede es duplicar actos entre la Canina y la Federación de caza o de galgos, qué más me da. Y eso sin meterme en los mundiales y demás efectos especiales donde a la Federación la lleva al huerta cualquier memo de tres al cuarto. SE NECESITA UNA REMODELACIÓN EN PROFUNDIDAD, PERO HOY VAMOS A ESCRIBIR DE TÓRTOLAS para vergüenza y oprobio de la cúspide de la «Manada». Ah, también tenemos analfabetos mesiánicos tales como Fray Gerundio de Campazas (alias Zotes), quién tenía por costumbre comenzar sus sermones diciendo.

• No hay Dios.
• Cinco minutos de Silencio sepulcral en la Iglesia. Infarto de un ratón. Y después de sufrir una alferecía los dos monagos, unas seis viejas, y despertarse el borrachón del lugar, continuaba diciendo el clérigo: DICEN LOS ATEOS …
• Cuando vayan a un mitin de esta naturaleza estudien el contenido del comienzo de los sermones de los muchos Campazas que hay en España y verán como todo taimado timador comienza así y como –CANTINFLAS— termina no diciendo nada o recetando parné para sus bolsillos.

Cada día tengo más claro que en nuestra España por cada diez cabezas, una piensa y nueve embisten.

La tórtola turca

La tórtola turca vivía feliz y un poco apretada en la Península de Anatolia. De repente sin saber cómo ni por qué, la primera pareja se observó en Asturias en 1960 confirmándose su reproducción en Santander durante el año 1974. A partir de ahí, nadie sabe cómo ni porqué la tórtola turca se extendió por toda España, sus islas y posesiones de ultramar. A excepción de Isla Perejil que no lo he podido estudiar.

Se empezó a cazar por daños en el campo y en las ciudades hasta que la ley dijo que no se podía cazar por ser especie autóctona (¡¡toma ya !!). Oigan, que la cosa va en serio. Y no vino de visita a España. No. Qué vino para quedarse. Y se quedó. Y creció. Y comenzaron los daños que trajo consigo la caza aun siendo una especie no cazable. Enseguida opinaron todos y lo hicieron contradiciéndose unos a otros sin tener ni puta idea ninguno y así siguen. Lo cierto es que La ciencia no ha dado todavía con los motivos de la rápida expansión de esta tórtola por Europa. Hasta principios del siglo pasado, apenas había registros más acá de Turquía, si bien era una especie abundante desde ese país hasta Ceilán. Su colonización comenzó en la década de 1900 por los Balcanes. Cinco décadas después ya había llegado a Irlanda, al tiempo que prosperaba pacíficamente por cada vez más pueblos y aldeas de este continente. Incluso se instaló al norte del círculo polar ártico, en Noruega. Y lo mismo sucedía en el otro extremo de su área de distribución, apareciendo en cada vez más regiones de China y Japón.

En España las primeras citas son de los años 60. Veinte años después se estimó que criaban ya en este país unas 400 parejas (ahora hay muchísimas más). El cálculo más reciente, de hace dos décadas, es de unas 40.000. Es probable que esta cifra no haya dejado de crecer. Lo sabremos cuando se conozcan los resultados del trabajo de campo realizado estos últimos años por los voluntarios de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) resultados destinados a conocer el estatus de las aves de nuestro país. Desde su llegada a Europa, la tórtola turca ha mostrado predilección por las áreas habitadas por humanos. Sin duda ha contribuido a ello su carácter confiado y tranquilo. Ahí regresa la que se acaba de marchar, como si se lo hubiera pensado mejor. Se posa a poca distancia de mí y se pone a pasear de nuevo. Ahora da la impresión de estar buscando algo perdido de gran valor.

La ciencia no ha dado todavía con los motivos de la rápida expansión de esta tórtola por Europa. Hasta principios del siglo pasado, apenas había registros más acá de Turquía, si bien era una especie abundante desde ese país hasta Ceilán. Su colonización comenzó en la década de 1900 por los Balcanes. Cinco décadas después ya había llegado a Irlanda, al tiempo que prosperaba pacíficamente por cada vez más pueblos y aldeas de este continente. Incluso se instaló al norte del círculo polar ártico, en Noruega. Y lo mismo sucedía en el otro extremo de su área de distribución, apareciendo en cada vez más regiones de China y Japón.

Llegó la tórtola turca

Como los reyes magos vinieron de Oriente hace ya 40 años y llegó con vocación de continuidad y con un crecimiento que no se lo explica la ciencia. La tórtola turca llegó a la ciudad hace casi medio siglo para quedarse.

Es verdad. La ciencia no ha dado todavía con los motivos de la rápida expansión de esta tórtola por Europa. Hasta principios del siglo pasado, apenas había registros más acá de Turquía, si bien era una especie abundante desde ese país hasta Ceilán. Su colonización comenzó en la década de 1900 por los Balcanes. Cinco décadas después ya había llegado a Irlanda, al tiempo que prosperaba pacíficamente por cada vez más pueblos y aldeas de este continente. Incluso se instaló al norte del círculo polar ártico, en Noruega. Y lo mismo sucedía en el otro extremo de su área de distribución, apareciendo en cada vez más regiones de China y Japón.

El Tribunal de Justicia declara autóctona la tórtola turca y prohibe su caza

La tórtola turca (Streptopelia decaocto) está de enhorabuena. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) le ha dado la razón a Acción Ecologista Agró y ha dictaminado la exclusión de éste ave que forma parte de especies exóticas invasoras, lo que implica, de forma directa, dejar de estar en el punto de mira de los cazadores.

La tórtola turca fue incluida en el listado de especies invasoras hace tres años, lo que suponía una serie de medidas de control. Esta especie se encuentra en la Orden de Vedas, lo que implicaba que, a excepción de en las ciudades y sus proximidades, la tórtola se podía cazar en cualquier espacio cinegético, de manera simultánea a la práctica de modalidades o técnicas de caza menor que cuentan con autorización. Desde Acción Ecologista Agró aseguraron que, tras esta sentencia, la Consejería de Medio Ambiente deberá suspender estos permisos y realizar una campaña informativa entre los cazadores.

El fallo del TSJ data del 3 de julio de 2017, aunque fue notificado el pasado lunes. Por ello, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente aseguraron «desconocer» la sentencia y las medidas que va a adoptar al respecto».

IV

(Actos adoptados, antes del 1 de diciembre de 2009, en aplicación del Tratado CE, del Tratado UE y del Tratado Euratom).

DIRECTIVA 2009/147/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 30 de noviembre de 2009 relativa a la conservación de las aves silvestres. (Versión Codificada).

Sobre los paises donde se puede y no se puede cazar la tórtola turca sin saber por qué.

Cabe destacar que, en ocasiones, salen: zuritas, torcaces, turcas y silvestre de las ciudades a comer todas juntas, pues tanto dentro como fuera, las turcas se llevan de maravilla con todas las palomas siendo sus principales enemigos los azores, las urracas y los cernícalos tanto primillas como comunes.

La ley determina que no son especies cazables y que son ¡¡¡autóctonas!!!, pero por daños, sufren muchas bajas todos los años. Si les da por picarse a una finca de yeros, lentejas, titos, guisantes, etc. etc. llegan al nido o al cobijo con el buche a reventar. Les gusta la limpieza y tanto en invierno como en verano es frecuente verlas bañarse en arena o en agua.

La mayor autoridad científica que tenemos en España sobre este tema es el doctor ingerinero superior de montes don José Miguel Montoya Oliver. En sus libros encontrarán todas las clases de tórtolas que hay en España y Marruecos y lo podrán ver bajo el prisma científico y el venatorio. Libros que están escritos de manera y forma que los podemos entender cualquiera aun cuando no tengamos sus elevados conocimientos certificados con un doctorado y varios libros publicados después de pisar el norte de África y estudiar a fondo su flora y su fauna. Estamos ante libros ni farragosos ni largos, pero de un instructivo contenido que obligan a centrarse. El señor Montoya no escribe libros y manuales para «arramplar con subvenciones».