La espera, por fin modalidad de caza… en Andalucía

Siempre he defendido que la espera es una modalidad de caza más, como la batida o el rececho, fuertemente practicada por el cazador, ya sea de forma legal o ilegal. Y es que la espera nocturna al jabalí se autorizaba siempre como excepción, como forma de eliminar un problema, o sea, uno o varios jabalíes que estaban causando daños en los cultivos, al ganado, a una repoblación, etc. No se consideraba como lo que es, otra modalidad de caza tan interesante como las demás.


Pues bien, Andalucía permite ya que los cotos de caza mayor que lo soliciten y la tengan aprobada en su plan técnico pueden cazar el jabalí a la espera, y muchos se han apuntado. Hasta ahora estaba permitido el aguardo diurno, que es como autorizar la caza de murciélagos de día, o sea, un absurdo. El jabalí tiene la costumbre de moverse de noche, de día sólo se le puede ver de forma accidental o en fincas muy tranquilas. Por eso el aguardo diurno era un querer y no poder.

Pero la Junta ha entrado en razón y autoriza la espera. Y los esperistas y los que no lo eran tanto han empezado a hacer esperas por toda Andalucía. Esto está provocando que se están matando muchos guarros, sobre todo ahora que, al no haber bellotas, los jabalíes acuden ciegos a un puñado de maíz que encuentren en el monte. Esta temporada, en batidas y monterías, veremos el daño que la espera ha hecho. También es verdad que estamos viviendo una situación angustiosa y las autoridades hacen lo que pueden para reducir la población de jabalíes para controlar mejor, si llega, la peste porcina, que está en el corazón de Europa y es cuestión de tiempo que termine llegando a España, y si llega puede ser la ruina de los ganaderos porcinos, en granjas o en extensivo, desde Cataluña hasta Huelva.

Yo creo que la forma de regular la espera es fácil y se hace en otras comunidades con el corzo. Cada coto corcero, en función de sus hectáreas y el censo que tenga su plan técnico, tiene asignado un número de precintos que el cazador debe colocar en el animal una vez abatido, precinto que ya queda anulado. No vale decir es que se me olvidó colocarlo, ese acto lleva sanción. Y cuando un coto se queda sin precintos, ya no puede cazar legalmente ningún corzo.

Pues con la espera, lo mismo. ¿Cuántos jabalíes dice el plan técnico que puede cazar ese coto? Quince, pues quince precintos, que quiere dar también una batida, que deje algunos precintos para la misma. O sea, que cada coto elija cómo conseguir su cupo, y según ese cupo, tantos precintos.

Lo que también va a conseguir la espera, haya o no precintos, es que los mejores machos se van a conseguir en las esperas, al ser una modalidad mucho más selectiva. En fin, está claro que cochino que se abata en espera ya no estará en la montería, y viceversa. Por eso serán ahora los socios o gestores los que elijan de qué forma y en qué porcentaje se va a conseguir el cupo de jabalíes asignado.

Comparte este artículo

Publicidad