20 oct. 2021 - 996 lecturas - No hay comentarios
Ahora no hay elecciones y por tanto los partidos no están obligados a retratarse o a irse por las ramas y no mostrarse de antemano contrario a la caza. Pero la lejanía de elecciones y el día a día me permiten valorar mejor qué partidos apoyan incondicionalmente la caza, cuáles nadan entre dos aguas y cuáles quieren muy poco a los cazadores y al mundo rural en general.
El PSOE siempre fue un partido con mucho arraigo rural, que gobernó muchas autonomías y pueblos muy cinegéticos. Y nunca fue anticaza. Pero poco a poco tomó una deriva más urbana y el ecologismo y después el animalismo, muy vinculado a las ciudades y por tanto con más rentabilidad electoral, fueron convirtiéndose en parcelas de voto que había que cuidar. Y tras sus coaliciones con Podemos, partido claramente urbanita, que agarra con fuerzas las tesis animalistas, esa deriva anticaza ha ido a más.
El PP siempre defendió con ahínco el mundo rural y la caza, y lo sigue defendiendo, pero empieza a mirar de reojo el mayoritario voto urbanita, y ha perdido parte de su fuerza en la España rural. Y un ejemplo lo tenemos en Andalucía, donde gobierna con Ciudadanos y el apoyo de Vox. Antes de que el gobierno de Sánchez sacara su polémica ley sobre el trato a los animales, el PP andaluz anunciaba su propia ley de protección de los animales, muy parecida a la nacional y un claro guiño a los urbanitas pero perjudicial para la caza. La presión de Vox consiguió que la retirasen.
Vox por tanto se convierte ahora en el partido que apoya lo rural y la caza sin fisuras. A diferencia de los anteriores, que se disputan el voto urbanita y no paran de hacer guiños hacia ese electorado, Vox se ha convertido en el partido que apoya sin fisuras lo rural, su cultura y sus costumbres, entre ellas la caza y todo lo que gira en torno a ella.
Hace tiempo escribí que los partidos políticos no sabían lo que hacían metiéndose con los cazadores, sector donde conviven todas las ideologías. Los partidos políticos habrán echado sus cuentas y habrán visto que el ecologismo y el animalismo crecen como la espuma mientras la caza se hunde a medida que desaparece el mundo rural. Muy bien, pero el mundo rural y sobre todo los cazadores, si hay partidos que no les protegen, no los votarán aunque representen mejor su ideología. Ya lo dije, al cazador, ya sea rural o urbano, lo que más quiere es que lo dejen cazar razonablemente en paz.
La caza para los cazadores no es, como piensan los anticaza y urbanitas de esa órbita, pegarle un tiro a un animal. Para los cazadores la caza es algo más sagrado que nunca podrán entender los no cazadores y menos los anticazas. Cazar es sumergirse, como decía Delibes, en la naturaleza, sentirse por unas horas un ser libre, paleolítico, lejos de los problemas cotidianos y lejos de la opresora sociedad del asfalto. El cazador necesita salir al campo solo, con su perro o con sus amigos. Y eso no es negociable. Y como ve que está en una democracia consolidada y vigilada por Europa y sabe que, gobierne quien gobierne, tendrá asegurado unos derechos sociales y laborales, ya sólo debe asegurarse que lo van a dejar cazar. Y si hay un partido como Vox que defiende la caza sin fisuras, lo votará sin dudar. Conozco cazadores que nunca tuvieron interés por la política y ahora votan orgullosos a Vox porque se sienten defendidos y les garantiza que seguirán cazando, lo más importante para un cazador que vive en una democracia consolidada y teniendo, como he dicho, asegurados sus derechos y libertades.
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