El braco alemán

La adaptabilidad que demuestra el braco alemán en todo tipo de modalidad cinegética le convierte en uno de los perros polivalentes más extendidos por todo el mundo. Estamos ante un verdadero profesional, de esos que demuestran que les encanta su trabajo.


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  Braco alemán
Braco alemán

El braco alemán lo expone en cada salida al campo, sobre todo ante las cada vez más escasas codornices, cuya caza requiere un perro con verdadera pasión por encontrar, una buena nariz, una muestra firme y un valor desmedido que le lleva a adentrarse allá donde haga falta para desalojarlas.

José Octavio Guerra, del afijo De Peña Amaya, nos habla de perros, de codornices y de caza como él la entiende, con buenos bracos por delante. Cazador con perro desde siempre, heredó la pasión por la caza con perro de muestra de su padre, pero fue hace 18 años cuando comenzó en el mundo del braco alemán. Su área de caza está en Burgos.

Codorniz, perdiz, acuáticas, conejo… sus bracos hacen gala de la polivalencia que caracteriza a la raza. Pero en esta ocasión vamos a centrarnos en la primera, la pequeña gallinácea que cada año nos visita para criar y sacar adelante a su prole en nuestros campos.

  Braco alemán

Las querencias de la codorniz

José Octavio Guerra

Esta ave cuenta con muy pocas defensas, razón por la cual abandonan los campos de labor cuando se siegan, para refugiarse en los perdidos, arroyos, en las zonas donde pueden subsistir. Es lógico, dejan tan poca altura en las pajas cuando cosechan que la codorniz tiene que buscar otros lugares donde pase desapercibida.

Además, las querencias de las codornices han cambiado. Antes las encontrábamos en gran número en las tierras de labor, en los montones de paja, pero hoy en día es muy difícil echarlas ahí. A primera hora por la mañana es posible que las encontremos en zonas más abiertas, ya que salen a comer. Pero, a partir de ahí, necesitaremos perros que entren en sus zonas de refugio.

Precisamos un perro que entre y busque en las zonas más espesas. Las líneas que he seleccionado se caracterizan por esa valentía necesaria para entrar y quedarse en la maleza, porque a la codorniz no se la detecta y se la desaloja enseguida. El perro deberá trabajar duro para seguirle la pista y bloquearla.

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Hay que madrugar

Una jornada de caza a la codorniz debe comenzar muy temprano. Hay que madrugar, entrar en el campo con las primeras luces. Hay que intentar coger a las codornices activas. Es la mejor manera de que los perros tengan más opciones de cortar los rastros que hayan dejado mientras han estado buscando alimento.

La búsqueda

Hablar de amplitud de búsqueda en el braco alemán es algo complicado, por lo que resaltaré que voy a hablar de los bracos con los que cazo. Mis perros destacan por una gran amplitud de búsqueda. Creo que para acumular una mayor eficacia hay que llegar lejos. En los llanos esto es muy importante, pero, como hemos dicho, en la caza de la codorniz prima que el braco se interne en los arroyos.

Además, si quieres cazar codorniz con braco, pienso que debes decantarte por líneas alemanas, pues son las que realizan una búsqueda adaptada al entorno en el que cazan, bajando la cabeza cuando así lo requiere la situación. Y esto es de suma importancia en la caza de la codorniz.

Estos perros hacen gala de una gran ventaja: son muy listos

Estos perros hacen gala de una gran ventaja: son muy listos. Aprenden muy rápido dónde tienen que buscar y, cuando sales al campo con ellos, demuestran sus grandes capacidades para encontrar codorniz. Pero, cuidado, para llegar a este punto hay que trabajar mucho. Hay cazadores que sólo llevan a sus perros al llano. Nunca se les enseñan a que entren en los arroyos. De esta forma, no disfrutaremos en la media veda.

Personalmente, me ocupo, desde que mis perros son cachorros, de enseñarles dónde está la caza, a que para dar con ella deben entrar en la maleza. Esto consigue que se fomente su afición, siendo capaces de poner a los perros jóvenes ante la caza. Las tierras donde yo cazo son, en su mayoría, de cereal, donde, a estas alturas, ya se han llevado la paja.

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El comando «muerto»

Algo muy importante para mejorar resultados en la caza es enseñar a los perros el comando «muerto». Cuando no han podido ver si ha caído la codorniz tras el disparo o el lugar exacto en el que lo ha hecho, con sólo decir el comando mis perros saben que tienen que encontrarla, y no se detienen hasta que lo logran. Esto lleva un componente genético, pero el adiestramiento es el factor clave. Y no olvidemos que el perro debe morder mucha caza salvaje para acumular experiencia.

La caza ética y respetuosa debe culminar con el cobro de la pieza abatida. No debe quedarse un animal herido o muerto en el campo por el hecho de que no lo encontremos. Por eso cazo con bracos alemanes. Aparte de que en la raza es muy común encontrarse con ejemplares que demuestran un cobro innato y muy precoz, sobre todo en la línea que trabajo, la Hege Haus.

  Braco alemán

Ejemplar del afijo De Peña Amaya.

La constancia

En la media veda es muy importante que nosotros, los cazadores, seamos constantes y no dejemos de ir al campo a pesar de que veamos pocas codornices. En Castilla y León tenemos la suerte de que podemos cazar 20 días, pero los hay que van un par de veces y, si no suman buenas perchas, no vuelven. Pero para tener buenos perros cazadores no basta con un par de jornadas. Lo mismo sucede si has cazado los primeros días y, cuando escasean más, dejas de salir. Los buenos perros se hacen en esas jornadas en las que las codornices adultas corretean por delante de sus muestras y los vuelven locos.

La diferencia entre un buen perro de caza y uno mediocre es el resultado de cuatro factores: la preparación, los días de caza que hayan vivido, la cantidad de caza que haya mordido y la pasión que demuestre ante la codorniz.

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Con calor

El braco alemán destaca en la caza de la codorniz en la actualidad por varias razones. Algunas ya las hemos mencionado, pero debemos destacar que son perros que aguantan muy bien las altas temperaturas. Aunque siempre debemos tomar precauciones. A partir del mediodía, cuando el sol más castiga, ni setter, ni pointer, ni braco ni ninguna raza. Hay que cortar la jornada y pensar en los perros. Además, hay que prepararlos físicamente para esas tres o cuatro horas de máximo esfuerzo, controlar las almohadillas, sobre todo los primeros días.

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