Barbarie en La Sierra de Corral de Almaguer

Primer sábado de febrero de un año cualquiera; en muchos pueblos de España se celebra la festividad de Santa Águeda (realmente es el 5 de febrero). En Corral de Almaguer (Toledo) también.


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Pero mientras en esos otros pueblos de España la fiesta es un día de divertimento y hermandad, donde las mujeres (Santa Águeda es su patrona) toman el bastón de mando haciendo fiestas que han traspasado nuestras fronteras (la de Zamarramala —Segovia—, está declarada de interés turístico), en Corral de Almaguer, el divertimento consiste en asaltar una finca privada, para lo cual no tienen permiso, cometiendo todo tipo de barbaridades medioambientales hasta entrada la noche y dejando todo después como un estercolero.

El primer sábado de febrero, decenas de vecinos de Corral de Almaguer toman La Sierra por asalto, hacen decenas de hogueras en el suelo, desgajan las ramas de las encinas para las hogueras, invaden el monte con motos y quads, destrozan las siembras, intentan asaltar a patadas algunas de las casas de la finca, dejan todos los residuos de vidrios, plásticos, latas y demás despojos esparcidos por el suelo y se van tan ufanos a casa con más alcohol del recomendable en el cuerpo.

Barbarie en La Sierra de Corral de Almaguer

Primer sábado de febrero en Corral de Almaguer. Cuentan que Santa Águeda, además de interceder para que no se queme la finca como hizo en Catania, tiene que consolar a las águilas, avutardas, halcones, búhos reales, perdices, conejos y demás seres que habitan la sierra… que lloran desconsolados al contemplar semejante barbarie.

Y el caso es que todo el mundo lo sabe, guardia civil, forestales, ayuntamiento (entidad a la que la propiedad ha enviado escritos denunciando el tema dando la callada por respuesta), Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, Dirección General de Política Forestal… y nadie hace nada, amparándose en una aberrante costumbre popular; como si eso justificara semejante sinrazón, como si las costumbres y tradiciones justificaran cualquier tipo de barbarismo. Hace años, en muchos pueblos de Castilla era costumbre y tradición atar un gallo vivo a una cuerda que atravesaba una calle a unos dos metros de altura; mozos montados a caballo intentaban arrancarle la cabeza al gallo, mientras éste aleteaba despavorido. Eso era costumbre popular, lo que no justificaba tal barbarie y que hoy, afortunadamente, ha sido desterrada.

Barbarie en La Sierra de Corral de Almaguer

Pero, ¿qué pasaría si en los días siguientes a esa celebración aparecieran nidos de rapaces espoliados o veneno en sus tierras? ¿quién sería el/los responsable/s?

La Sierra de Almaguer, es uno de los montes-isla más antiguos de la Península Ibérica, data, según los estudiosos, del Cámbrico inferior, es decir, tiene unos 542 millones de años; es el único monte que hay en kilómetros a la redonda; en sus tierras habitan águilas, búhos reales, halcones, azores, avutardas y hasta recientemente se ha visto una colonia de buitres leonados; además existe una apreciable población de fauna cinegética como perdices, conejos liebres, zorzales, etc. La gestión cinegético-ambiental es exquisita, con todo tipo de cuidados para la fauna cinegética (incluyendo siembras ecológicas), que hace que sus poblaciones aumenten, sirviendo a su vez de alimento a las especies predadoras protegidas, habiéndose logrado un interesante equilibrio medioambiental.

¿Y todo eso se puede ir al traste por una costumbre rayana con el ecoterrorismo?

Como diría Forges… ¡País!

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