El gusano del corzo puede frenar su progreso

Cuando apareció de manera continuada en España el desagradable gusano o larva de la mosca ‘Cephenemyia stimulator’, que parasita en el corzo (Capreolus capreolus), se produjo bastante alarma entre los corceros porque la larva, de hasta 3 cm de largo, que aparece en garganta, ollares y boca, era desconocida y se temía lo peor. ¡Se acabó el progreso espectacular del corzo, pensaron muchos!


Algunos expertos consideran que la larva no mata al hospedador en el que parasita (desaparecería ella también y eso va contra natura), pero todos aceptan que debilita mucho al corzo, pues le impide respirar y comer correctamente, lo que le hace más vulnerable a los predadores y a la caza. Un reconocido experto, Gerardo Pajares, presidente de la ACE, ha publicado que la principal causa de mortalidad de los corzos por este parásito es la aspiración de las larvas de C. stimulator y la consecuente infección, encontrando restos de las larvas L-3 en alveolos pulmonares, bronquios y bronquiolos.

Sobre una noticia alrededor de la muerte de muchos corzos en alguna zona de Asturias ha comentado que la mala gestión del corzo en esa tierra ayuda a la expansión de la epidemia. «En 2007 llegamos a censar 36 corzos/ Km2. Son cantidades excesivas que facilitan el contagio para que enfermen y mueran», comenta en la noticia. Muchos expertos y cazadores de corzos coinciden en que la presencia del gusano en Asturias se produce después de una repoblación no autorizada de corzos franceses, aunque no hay datado nada evidente al respecto en lo publicado. La enfermedad conocida en el argot como la del ‘gusano de las narices’ no se transmite a las personas que manipulen el corzo, pues no produce zoonosis.

 

CICLO DEL PARÁSITO Y DISTRIBUCIÓN DEL CORZO

La miasis (parasitosis producida por moscas) del gusano del corzo es anual y comienza generalmente en pleno verano, cuando las hembras adultas ‘lanzan’ larvas hacia las fosas nasales de los corzos, introduciéndose éstas por los ollares y/o boca, para desarrollarse durante varios meses en la cavidad nasal y retro-faringe. Posteriormente, cuando alcanzan su desarrollo completo (cerca de tres centímetros de longitud), a final de primavera y verano, caen al suelo, donde desarrollarán la fase de pupa para, finalmente, convertirse en moscas adultas y sexualmente maduras, con una buena capacidad de volar. (Fidalgo, L.E. 2012)

Hay distintos puntos de vista sobre la letalidad de la mosca ‘Cephenemyia stimulator’ para el hospedador

El problema del gusano del corzo, o larva de la mosca Cephenemyia stimulator, tiene dimensiones mundiales. El corzo se distribuye por toda Europa peninsular hasta Siberia y algunos países de Asia menor y el NO de China. En las Islas europeas, excepto Inglaterra, no hay corzos; ni tampoco en el S de Grecia, ni en parte de Rusia, Suecia, Noruega y Finlandia.

En España ocupa prácticamente todo el norte y cornisa Cantábrica y toda la Pirenaica desde Navarra a Gerona, así como todo el sistema Ibérico y Central hasta Gredos. En Extremadura hay una escasa población en Cáceres en contacto con esos montes y con los Montes de Toledo que son el segundo núcleo de Castilla la Mancha. Esta comunidad tiene la población más abundante en Guadalajara —provincia más corcera de la comunidad— y Cuenca, en contacto con el sistema Ibérico y Central de Castilla Y León. En Albacete y en toda la costa mediterránea no hay apenas corzos, aunque se han reintroducido en Castellón. Tampoco en Andalucía excepto la población singular de Cádiz y algún aprovechamiento en Málaga.

En España se declararon en la temporada anterior capturas de alrededor de los 33.000 corzos, que son cinco veces superiores a las conseguidas en la temporada 2000-2001. La mayor concentración y capturas de corzos de calidad se ha dado, hasta ahora, en la zona de Soria, Burgos y Guadalajara. En capturas, Lugo ha competido con Soria, (la provincia más densa), en estos años anteriores.

 

INICIO DE LA PARASITOSIS

Si hablamos de antecedentes sobre el gusano del corzo Luis Eusebio Fidalgo —profesor en la USC y reconocido experto en la materia—, cita que Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.), describía que «en los ciervos se encuentran gusanos que viven dentro de la cabeza y el habitáculo de estas criaturas es el hueco debajo de la raíz, de la lengua y en la zona de las vértebras donde se une la cabeza». El Cephenemyia stimulator fue descrito en 1815, por Clark. El primer artículo en una revista científica denunciando la presencia de Cephenemyia stimulator en corzos de Ciudad Real fue publicado en 2001 (Notario y Castresana, 2001). Cita también Fidalgo que hace casi 10 años en la Sierra de Guadalupe, Puerto de San Vicente en Cáceres, varios cazadores detectaron gusanos en el corzo.

 

PROYECTO de FEDENCA

Fidalgo no sabía si estaba propagado por toda España y quería analizar todos los corzos posibles y para ello los cazadores deberíamos aportar muestras para estimar las dimensiones del problema. Propuso hacer un estudio para dimensionar la situación patrocinado por FEDENCA. Le comenté que informara él como experto al Patronato, ya que dominaba el problema. Nos impresionó con lo que dijo y esas fotos tan desagradables que adornan cualquier informe sobre el tristemente célebre gusano.

El patronato FEDENCA dio el visto bueno al estudio, Bases epidemiológicas para el control de Cephenemyia stimulator en corzos en España, que se inició en junio de 2012 y finalizó un año después, pues se ha interrumpido; pero ha servido para dar a conocer los primeros datos sobre la epidemia. En ese año se han analizado 303 corzos y se ha comprobado que estaban afectados 50 individuos, lo que supone el 16’50 % de la población analizada. La muestra dispuesta no ha sido proporcional en ningún caso a la población de corzos, ni a superficie, ni a número de cazadores corceros, ni a corzos capturados ya que muchas muestras espontáneas se han remitido cuando el cazador ha visto el gusano, sin que haya mandado muestra cuando no han detectado larvas. A través de la red de taxidermistas la selección de muestras determinada por el director del proyecto es mucho más heterogénea y los porcentajes son más universales.

Casi la totalidad de los ejemplares parasitados provienen del NO peninsular (Galicia, Asturias y León). La epidemia está ya en muchas provincias, como puede comprobarse por los análisis positivos de la tabla Nº1, pero la mayor densidad se concentra en una especie de media luna con cuerno en Centro de Lugo ampliándose (Fonsagrada y Becerrea) para entrar en León por la comarca de Omaña y pasar hasta el centro de Asturias hasta Llanes y límite de Santander. En esta zona que abarca tres comunidades se han analizado 200 corzos de los que estaban parasitados 44 ejemplares, (22%). El resto de los corzos analizados (103), procedentes casi en su totalidad del resto de provincias de Castilla y León y Castilla La Mancha, presentaban una incidencia del 5,83% (6 de 103).

Actualmente han analizado en el laboratorio de la USC unos 800 corzos y después de todas esas muestras se ha conseguido positivos a mayores en alguna provincia, pero dado el alto número de análisis negativos encontrados, los porcentajes de frecuencia han disminuido. Sin embargo, en algunos cotos de esa zona más afectada, casi la totalidad de los análisis son positivos.

 

UNA INVESTIGACIÓN ESPERANZADORA

Me comenta un doctor en veterinaria que ha estado buscando alternativas de tratamientos naturales repelentes e incluso larvicidas para controlar la mosca Cephenemyia stimulator, que produce las larvas del corzo, puesto que utilizar moléculas químicas comerciales es prácticamente imposible si no es capturando los animales vivos.

Un proyecto esperanzador basado en extractos de plantas repelentes para los dípteros podría minimizar el problema

Los extractos de plantas repelentes para los dípteros, que se venían utilizando en USA y más recientemente en Europa y están dando buenos resultados en diferentes campos de la sanidad animal. Hay un extracto que ha demostrado su eficacia como repelente y biocida para dípteros utilizado en aspersión disuelto en agua, pero no vale para este experimento. Pero hay otro grupo de productos que se están empezando a utilizar como repelentes de dípteros disuelto en sal pura en USA. Considera el investigador que este grupo de productos interesaría en este caso, puesto que el efecto repelente evitaría que la mosca realizara la puesta de huevos en los ollares de los corzos, además de un probable efecto larvicida del producto cuando se alcanza una determinada concentración en sangre del hospedador. Esta acción todavía no se ha demostrado científicamente pero parece ser aceptable por los resultados que están obteniendo en USA en miasis de bovinos y equinos.

En el experimento, que es viable para otros animales, aún no se ha comprobado si los corzos rechazarían la sal porque no les guste el repelente. El producto hay que protegerlo de la lluvia, aunque eso no es muy complicado. Tiene un coste que sólo sería aceptable si con concentraciones diluidas resulta efectivo.

Va a iniciar pruebas en una finca cerrada y después se ampliaría el proyecto a espacios abiertos y cotos especialmente infectados en Asturias y León, si cuenta con los apoyos que requiere el proyecto por parte de las autoridades medioambientales de estas dos comunidades.

Tabla Nº1. Corzos analizados Junio 2012 a Junio 2013 con porcentaje de positivos al parásito.

Fidalgo sigue analizando corzos (actualmente unos 800) y han aparecido después de los positivos de la tabla, 2 en Burgos, 2 en Palencia, 2 en Soria, 1 en Zamora y varios en otras provincias españolas.

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