Las Ensanchas: la cuna de la patirroja
Si tuviésemos que definir esta finca con una palabra diríamos que es el Edén. En sus campos, tanto la agricultura como la gestión se pone al servicio de la fauna salvaje para conseguir un entorno de ensueño en el que nuestra perdiz roja, la auténtica, la autóctona, la de verdad, cría todos los años por millares.
Vacio