¡A montear!

Ahora, con el comienzo de la temporada general de caza, todos los monteros nos precipitamos a nuestras posturas con la ilusión de abatir un gran trofeo. Si la suerte nos acompaña volveremos a la reunión triunfantes y orgullosos; por el contrario, si no abatimos ninguna res, lo más habitual es que se regrese soltando improperios y quejándose de la organización.


Vacio
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